A Gimnasia se le escapó de penal sobre el final

Gimnasia le ganaba bien dos a cero a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo con goles de Robles y Leguizamón en el primer tiempo, pero en la segunda etapa se quedó y sobre el final del partido un penal le dio el empate al visitante.

En el primer tiempo el equipo de Roldán fue de menor a mayor, con un buen rendimiento que empezó a encontrar espacios en la defensa del visitante luego de un comienzo donde Defensores llegó y Magnaco mandó por arriba de Góngora. Pero el Lobo a través de un buen juego de pelota, construyendo un buen nivel de juego que desde la derecha como en todo el torneo, con Fornillo y Vercellino hilvanaron por derecha tras una pelota recuperada y Fornillo envió al área para que Robles le rompa el arco al visitante. Gimnasia se tranquilizó y el visitante no podía inquietar al local. La buena recuperación en mitad de cancha de los mediocampistas, que recuperaban y lanzaban al ataque, permitieron que llegar el segundo tras otra recuperación y un envío de Franco Gonzalez a Leguizamón, pudo aumentar el Lobo pero el palo le dijo que no a Legui y se fueron al descanso 2 a 0.
En la reanudación Gimnasia tuvo un par de situaciones pero no las pudo concretar, pero una falta innecesaria generó un tiro libre que el visitante aprovechó tras el adelantamiento del equipo. Del tiro libre de Galvaliz, que Góngora sacó del palo, Leguizamón recogió el rebote y la mandó adentro para el descuento a los 13’. Se agrandó la visita y Roldán tuvo que mover las piezas, salió Legui y entró Ferreira para aprovechar la velocidad. Pero el visitante creció con el ingreso de De Souza y Gimnasia se tiró atrás regaló la pelota. El visitante movía bien el balón y Gimnasia ya no podía cortar como en el primer tiempo. Se dio la segunda amarilla para Rodriguez y Roldán sazó a Robles para meter a Griego en el hueco. Pero cuando el final llegaba, un penal de Scolari le dio al visitante, a travéz de Prudencio la oportunidad de llevarse un punto que parecía lejano cuando terminó el primer tiempo, porque lo jugó bien pero no lo pudo aguantar en el segundo.