Antropología Forense empezó la búsqueda de la familia Gill

Este martes, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) comenzó con los primeros sondeos para intentar dar con los restos de la familia Gill, cuyo rastro se perdió en el verano de 2002 y de quienes no se volvió a tener noticias. Se realizaron las primeras excavaciones en la estancia La Candelaria de Crucesitas Séptima, departamento Nogoyá, con la presencia del arqueólogo Leonardo Obando y el auxilio de personal de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) y de la Policía de Entre Ríos. Este miércoles, las tareas continuarán con la incorporación del antropólogo Juan Nobile.

Nobile viajará luego a Paraná, donde a las 19 brindará una charla sobre “Investigación de violaciones a los Derechos Humanos en el mundo”, en el auditorio Rodolfo Walsh de la Facultad de Ciencias de la Educación (Buenos Aires 389).

La investigación

El EAAF hizo una primera inspección del terreno el 6 de marzo último, cuando Nobile recorrió La Candelaria en compañía del juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, quien instruye la causa de la búsqueda de la familia Gill. Antes, el EAAF había solicitado material: los 18 cuerpos del expediente de la causa de los Gill, fotografías con drones y planos del lugar y todo eso les fue enviado.

La Estancia La Candelaria, donde ya se hicieron trabajos exploratorios y donde ahora trabajará el EAAF, es el lugar donde trabajó Rubén “Mencho” Gill como peón rural y donde vivió junto a su familia –su esposa y sus cuatro hijos– hasta que desaparecieron, en el verano de 2002. En diciembre de 2018, el juez de Garantías de Nogoyá, que tiene a su cargo la causa por “averiguación de paradero” de los Gill, hizo un reconocimiento del terreno de La Candelaria, efectuó mediciones y tomó fotografías con un drone y todo ese material lo envió a Rosario.

Con la información colectada, el EAAF diseñó un plan de trabajo que pondrá en manos del juez de Nogoyá. A su vez, el magistrado elevará la petición al Superior Tribunal de Justicia (STJ) para que autorice el gasto necesario: equipos para realizar las excavaciones y el gasto de alojamiento de los especialistas que llegarán a la provincia. “No es mucho el costo”, señala el juez Acosta.