De cara a la decisión del gobierno de permitir el desarrollo de algunas actividades deportivas con mayor libertad, el deportista olímpico Germán Chiaraviglio, dedicado al salto con garrocha, charló con la prensa concordiense de cómo se prepara para volver a las pistas. El santafesino explicó que la noticia de poder volver a entrenar “fue una gran alegría” porque, en el contexto de la emergencia sanitaria que se enmarca la medida, destacó que “que se haya exceptuado una actividad como la nuestra, para nosotros es muy importante”.
Asimismo, el deportista reconoció que “si las autoridades consideraron que no había riesgos, nos pone muy contento y yo, personalmente, me alegro mucho de que podamos volver a nuestro trabajo”.
Sin embargo, antes de la emergencia de la pandemia, Chiaraviglio se encontraba entrenando para los juegos olímpicos de Tokio 2020, los que se pospusieron para el viernes 23 de julio del 2021. Al respecto, el entrevistado comentó que estas preparaciones “venían muy bien, yo ya me había propuesto empezar a entrenar en Concordia desde octubre-noviembre del 2019 con Javi Benítez y Pablo Zaffaroni, para estar juntos, armar un equipo y estar acompañado” en esta travesía.
Además, contó que hasta el momento “habíamos ido a Cochabamba, Bolivia, donde me fue muy bien y gané el campeonato sudamericano de pista cubierta” por lo que “la temporada había arrancado bien, estaba contento de cómo evolucionaban los entrenamientos y, precisamente, la idea era hacer una gira primero por Brasil y luego por Europa para el Iberoamericano, donde ya nos íbamos a quedar para los Juegos Olímpicos”.
Pero las condiciones sanitarias congelaron todo el desarrollo de las actividades deportivas a nivel mundial y, como consecuencia, Chiaraviglio contó que “me volví para Santa Fe, de donde soy, y me quedé ahí hasta la semana pasada”.
Por otro lado, desde noviembre del año 2019, el deportista eligió entrenar acompañado por el concordiense Javier Benítez, sobre el que destacó haber encontrado “una persona joven, con mucho conocimiento, mucha capacidad y muchas ganas de sumarse a este desafío de entrenar a un viejo atleta como soy yo, con muchos años de carrera y las cuestiones físicas que conlleva, algunas lesiones que traía, que entiendo es una tarea difícil”.
Más allá de esto, el santafesino se encuentra “bien y muy entusiasmado” al respecto, porque Benítez es “un amigo, lo conozco de toda la vida y hemos hasta saltado juntos”, por lo que el hecho de compartir entrenamientos “me pone muy contento y por eso tomé la decisión de venirme a Concordia, porque lo vi predispuesto”.
Además, a la idea de mudarse a la ciudad se sumó que “hace muchos años venía viajando mucho, los últimos años había estado en Brasil y era un poco cansador, se me hacía difícil estar tanto tiempo afuera, lejos de mi familia y mis seres queridos”.
De esta manera, el atleta destacó que “encontré a Concordia como un buen lugar, donde estaba una persona muy experimentada con ganas de trabajar”.