Casaretto: “No tenemos un cheque en blanco para conducir Argentina. El diálogo siempre tiene que estar presente”

El diputado nacional electo Marcelo Casaretto se refirió al proceso electoral que consagró a Alberto Fernández como presidente. Analizó lo sucedido en Entre Ríos señalando que su fuerza sumó más votos que en las PASO, pero que Juntos por el Cambio mejoró aún más su desempeño como sucedió en otras partes del país. En relación a ello es que se espera el resultado del escrutinio definitivo para saber si el Frente de Todos obtendrá una o dos bancas en el Senado de la Nación. Por otra parte, remarcó la necesidad del diálogo para conducir los destinos del país, ya que Cambiemos aún mantiene una representación parlamentaria importante.

Tras resaltar el triunfo de Alberto Fernández y Cristina Fernández a nivel nacional, Marcelo Casaretto habló de lo sucedido en la provincia. Recordó en ese sentido que en las PASO para la elección presidencial el Frente de Todos sacó 47 por ciento en Argentina y 45 en la provincia, obteniendo en esta oportunidad resultados similares. “Entre las PASO y las generales se sumaron muchos votantes, había votado 66 por ciento del padrón y ahora votó casi el 81 por ciento del electorado, por lo cual sacamos más votos que en las PASO, pero evidentemente Juntos por el Cambio sumó más votos que nosotros, ya sea de gente que no fue a votar antes o que previamente había elegido otra fuerza con menor caudal de votos”, indicó.

“En general ellos mejoraron en casi todo el país”, dijo el diputado nacional electo, enumerando luego algunos de los logros de Juntos por el Cambio. “En Entre Ríos es una final de bandera verde, con una diferencia que está en torno a los 1.000 votos, completando el 98 por ciento del escrutinio, con lo cual hay que esperar el escrutinio definitivo”, aseveró luego de realizar un repaso por lo sucedido en los diferentes departamentos entrerrianos.

En referencia al trabajo realizado durante la campaña electoral, Casaretto afirmó que “siempre se puede hacer más. Soy como el jugador que jugó un partido y corrió de la primera pelota hasta la última. Esto es una elección nacional y si se consideran los resultados del justicialismo cuatro años atrás mejoramos los porcentajes y el caudal electoral. Indudablemente la campaña final que hizo Macri le permitió llegar a la clase media urbana argentina con factores comunes, más allá de analizar lo que paso en cada lugar. Donde hay una estructura similar, se ven resultados similares, y eso no tiene que ver con que pasó un candidato a diputado o senador dos veces más en un pueblo”.

Por otra parte, aseguró que en la elección nacional “juegan mucho los medios. En las PASO las encuestadoras erraron grande, porque nadie previó el gran voto a favor de Alberto y ahora no previeron el gran crecimiento de Macri, porque la diferencia a nivel nacional se recortó en más de 8 puntos. Macri en 2015 ganó por 2 puntos en segunda vuelta y Alberto en este caso está ganando por más de 7 puntos en primera vuelta. Que uno gane no significa que va a ganar por goleada en todos los partidos y que los adversarios no se presenten y tengan un caudal importante”, subrayó.

Asimismo, recordó que Cambiemos ganó en 2015 y las elecciones de 2017, con lo cual “tiene una representación parlamentaria importante y la sigue manteniendo. Nosotros ganamos el partido, que es la presidencia de la nación Argentina y ahora vamos a tener la responsabilidad de gobernar a partir del 10 de diciembre”, expresó el diputado nacional electo.

En relación a los mensajes, tanto del actual presidente como del presidente electo, difundidos anoche tras conocerse los resultados, Casaretto consideró que “una buena parte de la sociedad argentina esperaba que Alberto Fernández ganara por una porcentaje mayor al 50 por ciento y casi nadie esperaba que Macri subiera al 40 por ciento. El resultado implica una relación de fuerzas en la cual, Alberto gana la presidencia con una buena representación pero va a tener que convivir con esa fuerza política, hasta el 10 de diciembre con el gobierno que tiene las riendas, y también en adelante. No tenemos un cheque en blanco para conducir Argentina, así que el diálogo siempre tiene que estar presente, aún más en estas circunstancias”.