Debatieron ayer la situación de violencia en niños y adolescentes

En el marco de un extenso encuentro realizado ayer en los salones del Club social, los responsables políticos y de gestión de organismos involucrados en prevención de la violencia, expusieron la situación del trabajo estatal en la materia y la asignación de recursos.

Diferentes ejes de trabajo se propusieron ayer en la reunión de coordinación de tareas sociales, de niñez y prevención de la violencia. Durante la jornada, que fue encabezada por el intendente, José Lauritto y la presidenta del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (COPNAF), Marisa Paira, fueron puestos a consideración los puntos centrales de la cuestión en la provincia y la ciudad, con especial énfasis en la faz presupuestaria y el reparto de las asignaciones provinciales en la materia.

Quienes dirigen y trabajan en servicios municipales y provinciales de atención a la población infantil, adolescentes y a la familia en general, tales como la Línea de los Derechos 102, el Servicio de Protección de Derechos y el hogar “La Casa de Francisco”, entre otros, debatieron abiertamente sobre la problemática. Desde el Municipio participaron además el Consejo de la Mujer, la Dirección de Niñez, la Dirección de Educación y tres direcciones dependientes de la Secretaría de Salud; Derechos Humanos, Discapacidad y Salud Comunitaria.

Lauritto se quedó al debate luego de la apertura del encuentro y, en más de un pasaje, moderó la conversación. Planteó como objetivo inevitable la articulación ante la complejidad del tema socio infanto juvenil. “Si no somos capaces de articular, esto no tiene sentido. En función de lo que tenemos articulemos, sabiendo a quiénes llegamos”, expresó. Esta coordinación debe darse entre el nivel provincial del COPNAF, su coordinación local y la Municipalidad. Para esto resulta necesario “tener roles bien definidos para cada uno de estos actores, más allá de que después nos reunamos con la Justicia y con otras instituciones de la comunidad”, agregó el Intendente.

Este trabajo de fuerte articulación debe darse a pesar de “las responsabilidades diferentes, entonces hay que definir también los niveles de responsabilidad de cada uno”, agregó la presidenta del COPNAF.

El perfil de la ciudad

Para que esta articulación sea productiva, también se apunta definir “cuál es el eje más grave que tenemos en Concepción del Uruguay, ya que esto se manifiesta distinto en cada comunidad, porque cada ciudad tiene maneras de responder culturalmente y de sostener esto de forma diferente”, expresó Paira. La identificación de la problemática central y los roles de cada actor permitirán definir el concepto rector de las acciones a seguir durante los próximos tres años. Para lograr esto, Lauritto afirmó que hay predisposición para “hacer las modificaciones que haya que hacer”. Además se buscará capacitar al personal municipal y provincial en distintos niveles de incumbencia y áreas de responsabilidad para el abordaje de casos de violencia y abuso.

Los recursos

Un tema que no se dejó de lado fue el de los recursos. El Municipio recepciona y canaliza problemáticas. Tanto el 102, como el área de la mujer y la Dirección de Derechos Humanos reciben las situaciones, pero deben operar solamente como asesores y promotores. Quienes deben abordar cada uno de los casos son los equipos de Copnaf o la Justicia, dependiendo de qué derechos se están vulnerando (recordemos que llegan denuncias desde un chico que se encuentra descalzo en la vía pública, hasta casos de abusos sexuales o violencia). Definir el rol de cada área, y el protocolo de acción y asistencia resulta fundamental a la hora de encarar un trabajo articulado y de coordinación.

Los recursos humanos y técnicos del Copnaf y la vinculación con el municipio es un tema a resolver desde lo operativo. En la presentación se dio un ejemplo que clarifica la situación: El Consejo Provincial de Niñez Adolescencia y Familia posee 1598 trabajadores en la provincia y de ellos, sólo 15 en nuestra ciudad. Los equipos interdisciplinarios integrados por abogados, psicólogos y asistentes sociales entre otros profesionales deben ser los encargados de abordar cada una de las problemáticas que llegan a sus manos pero en la actualidad se ven desbordados.