Gualeguaychú analizan movilizarse a Cancillería

Los integrantes de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú concurrieron ayer al Palacio Municipal con el objetivo de reunirse con el intendente Juan José Bahillo. La idea es conocer qué información tiene el jefe de la ciudad con respecto a los incidentes que esta semana envuelven a Botnia y que ha generado una gran incertidumbre en la ciudad. El lunes se denunciaron fuertes olores en Fray Bentos y en algunas zonas de la

ciudad, además de la paralización de la planta por cuestiones que aún nadie ha explicado. El temor a un accidente y a un agravamiento a la contaminación está presente y por eso los ciudadanos vuelven a requerir del Estado una actitud más protectora y que asuma el rol de tutelar la defensa de los intereses generales de la población. Lo otro que reclamarán a Bahillo es que articule una reunión con las autoridades de cancillería con el objeto de conocer cuál es la real situación de los monitoreos ambientales a la pastera, dado que se han realizado al menos una veintena de ingresos a la planta pero desde agosto de 2010 que nada se informa. Por otro lado, los asambleístas votaron anoche una moción que en caso de que la Cancillería les vuelva a negar un encuentro republicano, accionarán con una movilización hacia el despacho del canciller Timerman en protesta del aislamiento y abandono que sienten por parte del Estado nacional. La idea que prevalece entre los asambleístas es que la Cancillería los atienda para analizar los pasos a seguir ante la contaminación que realiza la planta Botnia. «La pastera contamina y eso está demostrado. Lo ocurrido el lunes con la emanación de gases mientras estaba funcionando es un eslabón más de una larga cadena de degradación ambiental al que someten a los pueblos ribereños», se quejaron los asambleístas. El enojo también se fundamenta que desde principio de año que vienen reclamando a las autoridades provinciales y locales que colaboren con las gestiones para tener una audiencia con la Cancillería, pero hasta el momento no han tenido ninguna respuesta. Este malestar se acrecienta cuando reflexionan que el Estado argentino debe proteger a sus ciudadanos, especialmente de los intereses de los capitales foráneos. «Se tiene que tomar conciencia que está en juego la vida de quienes vivimos en la zona y el gobierno tiene que tener una presencia más activa para evitar la contaminación»,