«Luna azul»: El raro fenómeno cósmico que se verá el 31 de octubre

La «Luna azul» podrá verse entre la noche del 31 y la madrugada del 1° de noviembre. Por primera vez desde 1944, ocurrirá cuando se celebra la «Noche de Brujas». No volverá a repetirse hasta el 2023. Cómo surgió su nombre.

Por la noche del sábado 31 de octubre y en la madrugada del domingo 1° de noviembre tendrá lugar un particular evento cósmico conocido como «Luna azul». Este fenómeno, que ocurre una vez cada dos años y medio, aproximadamente, implica la coincidencia de dos lunas llenas en el mismo mes.

A pesar de la referencia al color azul que lleva su nombre, el satélite natural no cobrará una tonalidad diferente cuando aparezca en el cielo por segunda vez en octubre el próximo fin de semana. Sin embargo, los habitantes de la Tierra podrán asistir a un acontecimiento poco común en términos astronómicos, el cual tuvo lugar por última vez el 31 de marzo de 2018 y no volverá a repetirse hasta el 2023.

Segunda luna llena

Sobre este inusual fenómeno, la NASA explica: «Normalmente los meses tienen solamente una luna llena, pero eventualmente puede darse una segunda. Las lunas llenas están separadas por 29 días, mientras que la mayoría de los meses tienen 30 o 31 días de duración; así que es posible ubicar dos lunas llenas en un mismo mes».
Este año, la Luna azul coincidirá además con la celebración de Halloween en muchos países del mundo y con el comienzo del Día de Muertos en México, algo que no sucedía desde 1944.

¿Por qué se denomina azul?

De acuerdo con la explicación que la agencia espacial estadounidense, el nombre de este evento surgió en 1946, a raíz de la publicación de un artículo en la la revista Sky & Telescope titulado ‘Una vez cada Luna Azul’. Entonces, el autor, James Hugh Pruett, citó al almanaque de Maine de 1937 y dijo: «La segunda (Luna llena) en un mes, tal como yo la interpreto, se llama Luna Azul», indicó tn

No obstante, en su blog la NASA también afirmó que, «muy raramente», pueden producirse «lunas teñidas de azul» debido a la presencia de ciertas partículas provocadas por catástrofes naturales.
«En 1883, un volcán indonesio llamado Krakatoa tuvo una erupción tan grande que los científicos la compararon con una bomba nuclear de 100 megatones.

Mucha ceniza de la explosión del Krakatoa se elevó a la atmósfera. Muchas de estas partículas de ceniza tenían un tamaño de aproximadamente 1 micrón, por lo que podían dispersar la luz roja y actuar como un filtro azul. Esto resultó en que la Luna pareciera de ese color», detallaron los expertos.

De acuerdo con la NASA, los años posteriores a la explosión del Krakatoa la luna efectivamente se vio de color azul. En tanto, la BBC detalló que también hubo informes de Lunas azules en México en 1983, tras la erupción del volcán El Chichón, y en el estado de Washington en 1980, tras la erupción del Monte Santa Helena.