Paraná: Quedó en libertad sujeto que le desfiguró la cara a una mujer para robarle

El hombre golpeó brutalmente a una mujer para sustraerle su teléfono celular y se dio a la fuga. Tras averiguaciones “la persona fue identificada y luego puesta en libertad quedando supeditada a la causa”, indicó la Policía.

Goza de libertad el sujeto que golpeó brutalmente a una mujer para robarle en celular. Se recordará que el violentísimo hecho ocurrió en la zona del Thompson el lunes a plena luz del día en calle Pablo Lorentz. El sujeto, que se trasladaba en una moto de baja cilindrada, la golpeó brutalmente para sustraerle su teléfono celular y se dio a la fuga.

Personal De Robos y Hurtos consiguió imágenes de cámaras de seguridad de la zona y pudo encontrar al presunto delincuente, que al momento de la detención estaba en su casa.

Según informó el subjefe de a División Robo y Hurtos de la Policía, Ángel Palacios, la persona tiene unos 25 años y “ fue identificada en el lugar, luego fue puesta en libertad, quedando supeditada a la causa para posterior requerimiento de la justicia”. Al consultarle sobre la detención, el subjefe señaló que “las cámaras de seguridad de la zona y diversas ingestigaciones, fueron claves para dar con el hombre”.

Sobre el tremendo hecho de violencia

Una vecina de barrio Thompson de Paraná fue víctima de un violento asalto este lunes a plena luz del día; un sujeto, que se trasladaba en una moto de baja cilindrada, la golpeó brutalmente para sustraerle su teléfono celular y se dio a la fuga.

“Quiero tu celular”, fueron las palabras que repitió el malviviente. A lo que la víctima le respondió: “No te lo voy a dar porque no es mío y lo estoy utilizando para trabajar”. “`No me importa´, me dice. Y me agarra del brazo izquierdo”, rememoró María al comentar que, al momento del hecho, ella se estaba limando las uñas y había quedado con la lima en la mano. “En ese momento, como este señor tenía el casco puesto y siempre hacía contacto visual, cuando baja la vista y me ve con la lima, me la arranca de la mano, se enfurece y yo conté tres piñas… Ahí me fui cayendo al suelo, vi blanco y no sé si me siguió pegando”, recordó.

María aseguró que, tras la golpiza, “sentía que se le salía el ojo”. “Una vecina que me asistió, con la cara que puso, ya me dijo todo”. “Tenía el ojo en la ceja y no lo podía abrir”, aseguró.