Con anterioridad a los allanamientos, la fiscalía en turno había recibido varias denuncias por posibles estafas en la compra-venta de terrenos en la zona, en las que estarían involucrados los integrantes de un buffet de abogados ubicado en calle 9 de Julio de esa ciudad, con la valiosa colaboración de una escribanía que tiene su estudio jurídico en la misma calle, pero unas cuadras antes.
Tras acumular las denuncias y pedir la autorización de los procedimientos al Juez de Garantías, se llevaron a cabo las requisas: se secuestró documentación y material informático.
Personal policial de la Jefatura de Policía de Nogoyá fue notificado de la medida, minutos antes de los procedimientos. De esa manera, la fiscalía mantuvo un importante hermetismo en la investigación judicial.
Investigación
En una de las presentaciones, se sostuvo que un conocido letrado habría vendido el terreno, tal cual lo acordado con el cliente, sin embargo, la oferta inicial se había incrementado por tres. La importante diferencia económica no fue blanqueada, y por la situación irregular es que se realizó la denuncia que terminó con la denuncia.
Se trata de confirmar si esta serie de ventas con movimientos ascendentes de las cifras finales, sin autorización de los dueños, estarían coordinadas en operaciones de estafas de las que participarían otros abogados y profesionales de la ciudad.