Remarcan la importancia de un abordaje integral de la obesidad como enfermedad

En el marco del Día Mundial de la Obesidad que se conmemora este viernes 4 de marzo, desde la Coordinación de Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) recordaron que se trata de una enfermedad multicausal que puede desencadenar otras patologías y requiere un abordaje integral.

En el marco del Día Mundial de la Obesidad que se conmemora este viernes 4 de marzo, desde la Coordinación de Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) recordaron que se trata de una enfermedad multicausal que puede desencadenar otras patologías y requiere un abordaje integral.

Cada 4 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Obesidad, una oportunidad para generar conciencia sobre una enfermedad que depende de múltiples factores y que, junto al sobrepeso, es la forma más prevalente de malnutrición. En esta fecha, bajo el lema “Todos necesitamos actuar” el Ministerio de Salud de Entre Ríos recuerda la importancia de promover estilos de vida que incluyan actividad física y una alimentación rica en su valor nutricional.

En este sentido, desde el Área Alimentación Saludable dependiente de la Coordinación de Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) remarcaron que en la provincia el exceso de peso está presente en un alto porcentaje de la población adulta.

Esto se enmarca en una situación que, a nivel global, también es preocupante, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en los últimos 40 años se triplicó la cantidad de personas con obesidad en el mundo.

A propósito de esta problemática la responsable del Área de Alimentación Saludable, Evelyn Baraballe, sostuvo: “Estas fechas nos llaman a la reflexión y a la sensibilización sobre la importancia de la prevención y el control de esta enfermedad que sigue aumentando día a día, en toda la población. Es por ello que se hace hincapié en llevar adelante una alimentación saludable, la cual debe estar presente desde el comienzo de la vida”.

Además, añadió: “Tener obesidad en la infancia y adolescencia aumenta la probabilidad de ser obeso en la vida adulta. Por añadidura, el riesgo de padecer enfermedades crónicas asociadas se duplica”.

Baraballe también instó a reflexionar sobre esta problemática y manifestó: “Resulta de vital importancia evitar mensajes que puedan inducir a la discriminación y la estigmatización. En ese marco, es necesario comprender la complejidad de los procesos salud-enfermedad-atención y cuidados y la multicausalidad que hacen a esta condición en particular para un abordaje integral teniendo en cuenta que los riesgos asociados no son sólo físicos, sino que potencialmente también pueden afectar el bienestar social y psicológico de las personas”.

El peso de una persona depende de múltiples factores, tanto genéticos como ambientales. Esto incluye a las condiciones familiares, la presencia de enfermedades o el consumo de fármacos (que secundariamente impactan en el funcionamiento metabólico y generan aumento de peso), los estilos de vida o hábitos vinculados y determinados por la situación histórica, económica, social y cultural de las personas y los entornos en los que se desarrollan.

Una gran mayoría de las ECNT es atribuible al exceso de peso como el caso de la diabetes, las cardiopatías isquémicas, y diversos tipos de cánceres. Las causas del sobrepeso y obesidad están vinculadas principalmente a estilos de vida poco saludables, lo cual incluye la escasa actividad física y la elevada ingesta energética, de azúcar y grasas, a través de productos ultraprocesados de bajo valor nutricional.

Para prevenir enfermedades como diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares y cáncer, es necesario llevar adelante una alimentación variada y equilibrada donde se eviten los alimentos y bebidas envasadas, y se propicie la actividad física de manera frecuente. La profesional de la salud detalló al respecto: “Se sugiere incorporar buenos hábitos como por ejemplo: elegir alimentos preparados en casa, consumir diariamente frutas y verduras, elegir agua como bebida (8 vasos diarios),limitar el consumo de bebidas azucaradas, reducir el uso de sal, y evitar productos ultraprocesados (alto contenido de grasas, azúcar, sal)”.