Se inaugura la muestra «Batracios» de Salvarezza

En el Espacio de Arte y Sociedad “ Edelmiro J.B. Volta” de la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU), 8 de junio 522, quedará inaugurada hoy a las 19.30 la muestra “Batracios” del artista uruguayense Luis Salvarezza Se trata de la segunda exposición del 30° aniversario del artista.

Los Batracios

Algunas de las palabras claves asociadas con los batracios son: suerte, pureza, renacimiento, renovación, fertilidad, liderazgo, transición o intermediación, sueño o mundo onírico, oportunidad y metamorfosis. En Egipto ranas y sapos se han  utilizado como amuletos de concepción y nacimiento, de renacimiento y prosperidad. Heket, era un dios con cabeza de rana y este se relacionaba con la fertilidad y los nacimientos. Los celtas creían que representaban la curación y los poderes de liderazgo debido a su conexión con el agua y las lluvias. Los cristianos tienen a las ranas como símbolo de la sagrada trinidad y la resurrección.

En Roma hacen referencia a la protección.

En China simbolizan la inmortalidad  y se los ha relacionado con la luna y representan la longevidad y la salud. Los hindúes ven a las ranas de una manera algo más profunda, ya que ellos creían que eran las encargadas de la protección del mundo dentro del espacio; a la vez que representaban la oscuridad.

En la cultura Maya la rana era considerada el símbolo de la felicidad y era representada al lado de una mariposa, cuyo significado era la libertad. En todos sus actos los Mayas iban en busca de la salud junto con la felicidad y la libertad. Y en otras cultura de América los batracios por esa asociación con el agua y la lluvia simbolizan la memoria, el pasado, la abuela.

Sin embargo en la Europa del Siglo XV estaban vinculados sapos y ranas con la brujería. En la época de la Inquisición, estos pequeños animales no gozaron de la mejor fama ya que fueron condenados junto a brujos y brujas a la hoguera. Pese a todo, su representación en todas las artes y por las más diversas culturas se debe a que se los considera un tótem  de lo espiritual.