Según la ciencia: Estudiar música puede ayudar a mantener el cerebro joven

Un artículo de investigación publicado en la revista Neuroscience & Biobehavioral Reviews en junio de 2020 titulado «Music Making and Neuropsychological Aging: A Review» (Hacer música y envejecimiento neuropsicológico: Una revisión) analizó la evidencia científica existente en relación a este cuestionamiento que se viene planteando hace ya varios años.

¿Cómo ayuda aprender música a revertir el deterioro de la función cerebral debido a la edad y la demencia? Esa es la pregunta clave. Entre otros hallazgos, los investigadores de la revisión notaron que las mismas áreas del cerebro fueron el objetivo de la creación musical, tanto de la cognición social como general.

«La participación activa en la creación de música podría ser una de esas actividades impone una demanda en las redes cerebrales que aprovechan la integración multisensorial, el aprendizaje, la recompensa y la cognición. Se ha planteado la hipótesis de que esta demanda puede promover la plasticidad en los lóbulos frontal y temporal al poner a prueba las capacidades cognitivas y, por lo tanto, aumentar la resistencia a la neurodegeneración relacionada con la edad», señala el estudio.

Estudio musical y plasticidad cerebral

Un estudio anterior, del año 2009, analizó por qué los músicos profesionales presentan tan buenos niveles de plasticidad cerebral.

«Para tocar los dos exigentes segmentos de tres segundos de la undécima variación del sexto Paganini Etude de Franz Liszt, por ejemplo, se requiere la producción de 30 notas por segundo. Se necesita una gran cantidad de entrenamiento para lograr este tipo de velocidad con los dedos», señala la introducción de este estudio.

La hipótesis establece que las miles de horas de práctica necesarias para adquirir experiencia en la interpretación musical deberían afectar lógicamente a las estructuras neuroanatómicas y neurofisiológicas. El cerebro cambia, en otras palabras, junto con la habilidad del músico.

Los beneficios de tocar algún instrumento musical no solo se reservan para los músicos profesionales, sino que aplican para toda aquella persona que quiera tocar guitarra, bajo, batería, piano, canto o cualquier otro elemento que sirva para crear hermosas canciones. El investigador Lutz Jäncke de la Universidad de Zurich escribió: «Un hallazgo general de los estudios publicados hasta ahora es que casi todas las áreas del cerebro involucradas en el control de la experiencia musical (corteza motora, corteza auditiva, cerebelo y otras áreas) muestran características anatómicas y funcionales en músicos profesionales y semiprofesionales».