Tras la impactante crecida, descienden las aguas del río Iguazú

Las intensas lluvias y la crecida obligaron el cierre de la Garganta del Diablo del tradicional Parque Nacional de Misiones. Este fin de semana el caudal de agua bajó. Están revisando las instalaciones para determinar si sufrieron roturas.

Las abundantes y trágicas lluvias en el sudeste de Brasil, en la cuenca alta del río Iguazú, provocaron una extraordinaria y repentina crecida que obligó el cierre de las tradicionales pasarelas de la Garganta del Diablo, uno de los puntos turísticos más emblemáticos del Parque Nacional Iguazú.

Los registros del Puerto Iguazú, medidos por Prefectura Naval Argentina, evidencian el pico pronunciado de estos últimos días, aunque comenzaron a notar un lento descenso que comienza a producirse por estas horas. El sábado el panorama comenzaba a estabilizarse, al punto que desde Parques Nacionales se indicó que se empezaban a «revisar las instalaciones» para ver cómo estaban, apuntando en las próximas horas a analizar una posible reapertura al público.

«Trabajamos en la reapertura de Garganta del Diablo. La Intendencia del Parque Nacional Iguazú informó que, a partir del descenso paulatino que se observa actualmente en el caudal del Río Iguazú superior, se iniciaron los trabajos de inspección de las pasarelas del Circuito Garganta del Diablo, para evaluar los ajustes de seguridad necesarios para su próxima reapertura», informaron desde la cuenta de Twitter oficial de Parques Nacionales.

El último cierre del acceso a la Garganta del Diablo se había producido el 3 de diciembre del 2015, cuando el caudal superó los 11.000 cúbicos por segundo, y se recuerda la histórica crecida de 2014, la cual superó los 47 mil metros cúbicos y destrozó varios tramos de las pasarelas para turistas.