Violencia, agresiones y abuso en una escuela de la ciudad

El hecho ocurrió en una escuela pública ubicada en el noroeste de la ciudad, donde días atrás, cuatro menores entre 16 y 17 años que concurren al 3° año del secundario se agredieron verbal y físicamente a la salida de la escuela.

Por esto, Yamina Echave Supervisora de Educación Secundaria Zona 21, relató los hechos sucedidos.

Al finalizar la jornada escolar como todos los días la rectora de la institución «sale a acompañar a los chicos a la puerta, y ve que a una cuadra y media se estaban peleando unas chicas, al ver que son alumnas, decide tomar intervención ingresándolas a la escuela nuevamente».

Luego de eso «se citó a los padres por separado para poder conversar y saber si estaban al tanto, si sus hijas les habían expresado algo», comentó la supervisora y agregó «allí mismo hubo otra situación de violencia con la tutora y la tía de dos de las chicas que son hermanas, ofuscadas comenzaron a agredir verbalmente a la rectora y hubo que llamar a la policía para que interviniera».

Desde la institución se labraron las actas correspondientes para tener por escrito un recuento de lo que sucedió, asimismo la rectora denunció en la policía a la tía de la menor que la agredió. Además las cuatro jóvenes tuvieron una suspensión de 4 días en las que no pueden asistir al establecimiento.

Otras de las medidas que tomó la institución fue pedir el pase a otra escuela de dos de las alumnas «porque vienen de años anteriores estas peleas, entonces en el Acuerdo Escolar de Convivencia se establece que ante reiteradas ocasiones y al no poder la escuela ofrecer un cambio de turno, o un cambio de división, se pide el pase a otra Institución, para resguardar el derecho a la educación de las menores en cuestión. A veces un cambio en el entorno es beneficioso porque evidentemente no están cómodas en la Escuela», comentó la Supervisora.

«No es un castigo ni una expulsión, es una solicitud de pase a otra institución, desde la Departamental de Escuelas se evalúan qué vacantes hay en las escuelas de la zona y luego la familia decidirá a dónde las anota», explicó.

Por otro lado, el pasado viernes, la mamá de una de las niñas «estuvo en la Departamental de Escuelas, pidiendo hablar con la Supervisora y la Directora Departamental de Escuelas, y la atendimos junto a la Rectora que casualmente estaba en el lugar». Allí conversaron sobre lo sucedido y finalmente el lunes a la mañana se le acercó a la madre la posibilidad de los pases a las escuelas.

Sin embargo, los hechos no terminaron. Seguidamente las menores denunciaron, junto a su tutora, a uno de los preceptores «por abuso de poder en una situación de violencia de género», indicó la supervisora. Como medida, «al docente se le generó una restricción de acercarse a las chicas a 30mts. pero como no están yendo a esa escuela, hay que ver cómo sigue el tema judicialmente ya que hay una denuncia».

Seguidamente, el preceptor denunció que su auto apareció rayado y con las cubiertas rotas, por lo cual hizo la denuncia correspondiente «y se está investigando para dar con el autor o autores del hecho».

Finalmente, la supervisora reflexionó que «la violencia es un tema de toda la comunidad, las situaciones de violencia que estamos viviendo socialmente requieren una atención particular y un trabajo que tenemos que sentarnos a pensar y ver cómo lo podemos trabajar». «No escapa a las demás instituciones o a las redes sociales, las situaciones de violencia se ven en todos lados a diario», concluyó Echave. Fuente LT11