El Concejo Deliberante local comenzó esta semana su labora parlamentaria, de cara a lo que será un año de pocos avances, como generalmente ocurre cada vez que el peronismo dirime su frente interno. Se sabe que el órgano colegiado no se ha caracterizado por su tarea al frente de los principales temas que la ciudad padece, pero en esta oportunidad quedaron cuestiones pendientes que sus
inconvenientes en 2013. El principal de ellos es la definición del proyecto que involucra a la Terminal y el Mercado 3 de Febrero, que sufrió un manoseo al final del año y terminó con el asunto en el despacho del Intendente Schepens, quien resucitó la iniciativa cuyo contrato había sido resuelto por decreto. El estado calamitoso de la Terminal, en una ciudad con aspiraciones turísticas, trae consigo algunos interrogantes sobre su actualidad y las razones de la demora en resolver el tema.
Desde hace un par de semanas se realiza en la playa de maniobras una serie de reparaciones que, por el momento, incluye un pequeño paredón sobre el lateral este, destruido hace varios años por los sucesivos toques de los colectivos y la presión que sobre él ejerce el terraplén que da sobre la vereda. No se realizaron en el edificio tareas de pintura, señalización o revoques derruidos, además de la falta de iluminación en las veredas que dan sobre Galarza y también sobre Rocamora. La salida de los usuarios, especialmente aquellos que desconocen el estado de las instalaciones, ha provocado algunos inconvenientes pues las veredas están deterioradas. Un caso aparte lo constituye un pozo sobre la vereda de calle Galarza, casi en el lugar de salida de colectivos, que lleva ya toda la temporada, que está llegando a su fin. Los destrozos en la red vial y la falta de fondos para afrontar un plan de obras, serán seguramente parte del temario en el Concejo, aunque la paritaria municipal promete ocupar gran parte del escenario político este año.
Siempre tiene un amigo
Un veterano dirigente peronista local refería que Jorge Busti tiene buenos resultados electorales, aún cuando pierde, porque siempre tiene un amigo. Pudo verse en los prolegómenos de las legislativas del año pasado, cuando convenció a Alfredo De Angeli para que encabezara la boleta a Senador Nacional. No había terminado de asumir el dirigente rural, cuando Busti ya lo había dejado solo y en la misma maniobra presentó al cobro la jugada que permitió sacarle al radicalismo el tercer lugar en la Cámara Alta. Sin salir del peronismo, le dio a su partido una posibilidad que ni siquiera quienes atesoraron un contundente 54 por ciento pudieron lograr. Acto seguido, convirtió a Entre Ríos en escenario de disputa nacional, con las caminatas junto a Sergio Massa y la reciente llegada de Felipe Solá. Visto desde el peronismo, esta disputa territorial no deja de convenirle también a Sergio Uribarri, que alinea su estrategia con idénticas aspiraciones.