Condenada por atar y maltratar a su hijastra

p6 20-3-En juicio abreviado realizado en la Sala Penal de Concepción del Uruguay, una mujer fue condenada a prisión domiciliaria, acusada de los cargos de privación ilegítima de la libertad y lesiones en perjuicio de una menor de edad. 

El debate se realizó ante el juez Fabián López Moras, a quien las partes presentaron el acuerdo al que arribaron por su parte el fiscal Juan Benítez y el defensor Gustavo Goyeneche, con el consentimiento de la imputada Mariana Noemí Aguirre de 26 años de edad. Los hechos imputados ocurrieron en el mes de octubre de 2011, en la vivienda sita en Barrio San Bernardo de la localidad de San José, donde la madrastra de la niña de unos 4 años, la ató de manos por detrás con un hilo de nylon, para luego introducirle en la boca un cardo y atarle la boca con una bolsa de nylon, trascendiendo que en más de una oportunidad a la señalada, la habría atado de manos, para dejarla encerrada en su casa. Estos vejámenes o malos tratos, fueron observados por vecinos, que indignados dieron aviso a las autoridades y lograron tomar fotos con celulares, que a la postre serían importantes para la causa.

 

A raíz de los hechos, la mujer fue procesada y durante la investigación de la causa, entre las numerosas diligencias, se realizó evaluación de la víctima por el método de Cámara Gesell, donde la pequeña expresó con claridad los malos tratos recibidos de parte de Mariana Aguirre, mostrándose con signo de angustia y trauma. Llegada a esta etapa de la causa penal, la imputada de tales hechos repudiables, confesó su responsabilidad y aceptó ser condenada a una pena de prisión efectiva. Respecto a su situación, esta mujer llegó a la etapa de juicio con un avanzado embarazo, dando a luz hace escasos días. Ante esta condición de madre reciente, Mariana Aguirre que recibió la condena de tres años y cuatro meses de prisión efectiva, se vio beneficiada porque esta será finalmente ­si bien efectiva­ de cumplimiento domiciliario. En estas condiciones de prisión, será mantenida bajo el control y fiscalización del Patronato de Liberados en su domicilio, destacándose que la menor víctima del accionar de esta mujer, afortunadamente se encuentra a cuidado de una familia, cuyos datos no se dan a conocer por cuestiones legales.