Destinan un fondo de $1.000 millones por la bajante del río Paraná

La bajante del río Paraná, que se agrava y está en su peor nivel desde 1944, provoca pérdidas en el sector productivo de algunas provincias y provoca diversos inconvenientes en las localidades de la cuenca. De ese modo, el Gobierno nacional resolvió crear un Fondo de Emergencia Hídrica por unos $1.000 millones que servirá, entre varias medidas, para asegurar la provisión de agua potable.

La medida fue definida durante una reunión del Comité de Crisis, conformado para monitorear la situación, que la encabezó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y de la que participaron Sabina Frederic (Seguridad); Juan Cabandié (Ambiente), además de funcionarios de las carteras de Obras Públicas e Interior.

Desde la coordinación entre los organismos se analizaron escenarios posibles a corto y mediano plazo frente a la situación de emergencia por el déficit hídrico en la cuenca del Río Paraná. En la bajante son factores determinantes el déficit de precipitaciones en las cuencas brasileñas del río Paraná y del río Iguazú, así como la sequía.
Según explica el comunicado gubernamental, desde 2019 las precipitaciones en la cuenca estuvieron por debajo de las medias mensuales de los últimos 10 años.

En el puerto de la capital entrerriana, el río descendió esta semana otros tres centímetros hasta llegar a una altura de -17 centímetros debajo del nivel del mar. Además de Entre Ríos, este panorama complica a Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Buenos Aires y Misiones.

Como en todo proceso de bajante, se prevé la afectación sobre el abastecimiento y calidad del agua potable, la navegación y operaciones de puerto, el ecosistema, la fauna íctica y la generación de energía hidroeléctrica