San Pedro Damián, obispo y doctor Nacido en Ravena, Italia, de padres muy pobres, se hizo monje camaldulense. Tras haber sido abad del monasterio, llegó a ser obispo y cardenal de Ostia. Fue un luchador incansable por la reforma de la Iglesia, compañero y colaborador del monje Hildebrando, el futuro Gregorio VII, el papa de la reforma y la independencia de la Iglesia frente al Estado. Sirvió al pontificado en varias embajadas y legaciones, luchando por la libertad de la Iglesia oprimida por la tiranía de los Césares, y contra la corrupción del clero y contra la simonía.
De vida muy austera, fue un elocuente predicador y un escritor fecundo. Murió en Faenza, Italia, el 22 de febrero de 1072. Fue declarado doctor de la Iglesia en 1828. San Flaviano. Patriarca de Antioquía y amigo de San Juan Crisóstomo. Alcanzó, tras numerosos ruegos, que el emperador Teodosio concediera el perdón a los habitantes de Antioquía que habían destrozado las estatuas imperiales. Beato Tomás Portmort, mártir. Sacerdote y misionero, sufrió el martirio por la fe cristiana el 20 de febrero de 1592 y fue colgado cerca de la catedral de San Pablo, en Londres. En 1987 Juan Pablo II lo declaró beato junto con otros 84 mártires de Inglaterra y Gales.