Hoy, fiesta de la Sagrada Familia, se lee el libro del Eclesiástico (3,3-7.14-17) donde se dice que «el que teme al Señor honra a sus padres»; una carta de San Pablo (Colosenses 3,12-21) en la que el Apóstol da consejos y normas para «una vida de familia vivida en el Señor»; y el evangelio de San Mateo (2,13-15.19-23) donde San José recibe en sueños la orden de «tomar al niño y a su madre, y huir a Egipto».
San Esteban, primer mártir. Fue el primero de los siete diáconos elegidos por los apóstoles que reunían las limosnas de los fieles para alimentar a las viudas cristianas. Fue también el primero de los cristianos que murió mártir por confesar y demostrar a los judíos la divinidad de Jesucristo. Su gran fe lo llevó a disputar con los judíos y echarles en cara su horrendo deicidio por lo cual, ellos, empujándolo fuera de Jerusalén, lo apedrearon hasta quitarle la vida. Esteban murió perdonándolos y rogando a Dios por ellos. Durante el apedreamiento, un joven judío estaba encargado del cuidado de la ropa de los apedreadores.
Era Saulo, más tarde convertido al cristianismo con el nombre de Pablo, el gran Apóstol de las gentes. San Dionisio, papa Calabrés de nacimiento fue elegido papa el año 259. Su preocupación primera fue reorganizar la Iglesia después de los desastres de la octava persecución general. Condenó al sabelianismo y refutó las blasfemias de Pablo de Samosata. San Atanasio y San Basilio citan sus escritos para probar la divinidad del Verbo y la del Espíritu Santo. Murió en Roma el año 269.