El hermano de la joven paranaense herida gravemente el pasado domingo en la cancha de Colón de Santa Fe, afirmó que «está estable pero el cerebro no se deshinchó». Sufrió un golpe al quedar en medio de una avalancha humana en la tribuna.
Cuando apenas iniciaba el segundo tiempo del encuentro, Rocío Grandoli quedó atrapada en una avalancha que la empujó hacia abajo unos 10 escalones de la tribuna hasta que golpeó contra el filo de uno de los peldaños. El impacto fue en la nuca y se desmayó. Unos muchachos que miraban el partido la alzaron y la llevaron hasta la puerta del estadio, y minutos después una ambulancia la trasladó al hospital Cullen. Horas después, los médicos tuvieron que operarla de urgencia, le extrajeron un coágulo de sangre del cerebro. Según se informó, el panorama para Rocío es agudo.
«Mi hermana sigue igual. El médico nos explicó que el cerebro no se le deshinchó. Está estable, no levantó fiebre, pero no hay avances», indicó Maximiliano, el hermano de Rocío, al ser consultado por LT10 en el hospital José María Cullen de la capital santafesina. Y agregó que «sigue en terapia intensiva». Cabe recordar que la joven se encontraba el domingo en el estadio de Colón, donde presenciaba en una de las tribunas el partido frente a Boca. En esas circunstancias, «en el segundo tiempo, hubo una avalancha y mi hermana corre para abajo y la llevan por delante, cayó de rodillas y da la nuca contra el último escalón», señaló el hermano. Por otra parte, Maximiliano lamentó que no se haya presentado ningún dirigente del club rojinegro. «Creo que si pasa algo, no voy a sacar un aviso en el diario, mando alguien al hospital para preguntar por el estado de salud. Hubiesen venido, si nadie les iba a decir nada si no tienen la culpa, la culpa fue de la gente», afirmó Maximiliano Grandoli.