Concepción del Uruguay realizó una marcha por nuestro río

Este viernes se llevó a cabo una convocatoria y concentración en plaza Ramírez organizada por diferentes espacios ambientalistas. La campaña titulada “Salvemos al Río Uruguay” se inició por “los registros de contaminación y el estado en que se observa en nuestro Río Uruguay, algo que nos alertó y nos movilizó”, señalaron desde la organización.
Además indicaron que “no se trata sólo del agua de las playas: se trata del agua que bebemos también”, argumentan. Entre otros puntos solicitaron la derogación del “Digesto CARU 12- 2019”, firmado cinco días antes de que Mauricio Macri deje la presidencia y que modifica los parámetros de control ambiental sobre el río.
En otro de los puntos cuestionados, se solicita que tanto municipios como provincias impulsen la concreción de plantas de tratamientos cloacales.
Finalmente hubo un planteo ambiental contra “el modelo de agronegocios sojero y la industria celulósica, como al poder político encubridor y cómplice de este ecocidio”. La actividad se realizó en simultáneo con otras ciudades de la República Oriental del Uruguay.
Entro otros espacios ambientalistas organizaron y convocaron: “Los vecinos por los humedales del Río Uruguay”; “Asamblea Pachamama Uruguay”, “Vecinos Autoconvocados CdelU”.

Reclamos
Desde las organizaciones reclamaron que el Comité de la Hidrovía del Rio Uruguay formado por los intendentes de ambas márgenes del río y cuya presidencia protémpore corresponde a Concepción del Uruguay, se interese más por los temas de degradación de las aguas, porque “solo se preocupan por los aspectos de “maquillaje” en la zona de influencia, sin importarle ninguna de sus consecuencias”, señalaron.
Sobre el tema de las cianobacterias, conocidas popularmente como algas o verdín, reclamaron los ambientalistas mayor información en las ciudades turísticas, ya que consideran que no se advirtió de la seriedad del tema a los visitantes, que para escapar de las altas temperaturas se refugian en las verdes aguas sin conocer las consecuencias. Como tampoco se ha implementado lo que desde hace muchos años se solicita: la colocación de sistemas de duchas en las playas para que los visitantes puedan extraer de su piel los vestigios de la acentuada degradación de las aguas del Río Uruguay.