Según informaron desde el Ministerio Público Fiscal Mariela Costen, la mujer que fue baleada durante la madrugada del sábado en Concordia, falleció este lunes.
A media mañana se había puesto marcha un operativo de ablación de órganos en el hospital Masvernat. El fiscal que investiga la causa, Martín Núñez, había explicado durante la mañana: “Se realizó el primer electroencefalograma, que no dio signos vitales y cuando eso ocurre se realizan consultas con los familiares para la posible donación de órganos” y agregó: “Luego se debe realizar un segundo electroencefalograma en presencia de un neurocirujano y si vuelve a dar negativo se considera muerte cerebral”. Núñez confirmó que representantes de Cucaier (Centro Unico Coordinador de Ablaciones e Implantes de Entre Ríos) estuvieron durante el mediodía en el hospital Masvernat y, ante el segundo electroencefalograma plano (sin signos vitales), pidieron permiso a autoridades judiciales para realizar el operativo de ablación. La familia, que estuvo de acuerdo con la donación de órganos, pide a través de las redes sociales que quienes hayan visto algo colaboren con la investigación.
Policía busca a los sanguinarios motochorros
Es intenso el trabajo de la Policía en la ciudad de Concordia, que conjuntamente con la Justicia buscan a los dos sanguinarios motochorros que balearon en la cabeza a una mujer durante un atraco ocurrido el sábado por la madrugada. La víctima del cobarde ataque fue Mariela Costen, de 44 años, madre de dos hijas de 15 y 20 años, y abuela de una pequeña nieta, quien fue herida cuando regresaba junto a Ana García (19) de un boliche bailable, donde habían ido a festejar el Día del Amigo. Ambas transitaban a pie de regreso a sus casas, porque no les alcanzaba el dinero para un remis. Cuando caminaban por avenida Eva Perón, en dirección a La Bianca, al llegar a República del Brasil, observaron a dos jóvenes en una moto tipo enduro, a los que ya habían visto en inmediaciones del Casino; uno de los cuales bajó del rodado y les apunta con un arma de fuego al tiempo que les exigía que no los miren y que le entregara sus pertenencias. Las mujeres se colocaron contra la pared y sin ofrecer resistencia le entregaron 110 pesos que era lo único que tenían; sin embargo, el delincuente efectuó un dispara contra el rostro de Mariela provocándole graves heridas, para luego escapar. La joven Ana García dijo al fiscal interviniente, doctor Martín Núñez, que pensó que habían disparado al piso, pero sintió a su compañera desplomarse a su lado, mientras que el sujeto que esperaba arriba de la moto le recriminaba a su cómplice “qué hiciste, qué hiciste”.