Concordia: Separan de sus cargos a policías investigadas por «robo hormiga»

Se trata de cuatro policías que prestaban servicio en la comisaría del Menor y la Familia de Concordia, tras allanamientos realizados este sábado. Las acusan del «robo hormiga» de productos de una farmacia y su reventa on-line.

Desbarataron una organización delictiva integrada por dos empleados «infieles» y cuatro mujeres policías, las que fueron separadas de sus cargos tras el operativo. Ocurrió este sábado en Concordia. Suman siete los detenidos, los que están acusados de robar mercadería del depósito de farmacia «Farma-Full» de esa localidad, y revenderlo a través de internet.

Las policías detenidas fueron trasladadas en la noche de este sábado a la Comisaría del Menor y la Familia de Concepción del Uruguay.

Son funcionarias que trabajaban en un mismo turno de la comisaría del Menor y la Familia de Concordia, que funciona al lado de la comisaría segunda frente a Parque Ferré.

Mientras tanto, el jefe de Policía de Entre Ríos, dispuso la inmediata intervención de la Comisaría del Menor y la Familia de Concordia y la puesta en disponibilidad de todos las funcionarias policiales involucradas.

Tras los cinco allanamientos, personal policial logró el secuestro de gran cantidad de productos de venta en farmacias, y de los cuales los moradores de las viviendas requisadas no pudieron dar razón de dónde fueron adquiridas y el por qué las estaban vendiendo.

De acuerdo a la investigación, dos empleados «infieles» sustraían la mercadería del depósito de distribución de «Farma-Full» y las funcionarias policiales operaban como reducidores de esos productos. Aunque, según publicó El Sol, no se descarta que también hayan actuado en otros roles, como el retiro de las mercaderías, traslado y almacenamiento en los distintos domicilios en los que las vendían.

Aún falta determinar quién era el cerebro de las operaciones delictivas y cómo se distribuían las ganancias de la banda.

Sobre los empleados «infieles»

El faltante de mercaderías que proveedores enviaban al centro de distribución de «Farma-Full», ubicado en la calle Gregoria Pérez -en cercanías de la fabrica Baggio- en lo que fuera el Barrio Pindapoy, levantó las sospechas de la dueña de esa cadena de farmacias, una empresaria de apellido Matho de Buraglia, lo que la llevó a realizar una denuncia policial.

La investigación se manejó con suma cautela en sede policial y siguió su curso hasta el edificio de Tribunales donde la investigación recayó en los fiscales Fabio Zabaleta y la fiscal auxiliar, Evelina Espinosa, quienes compararon los productos denunciados como «faltantes» o «robados» por la empresaria y los que se ofrecían por Internet -siempre a menores costos del que tienen en cualquier negocio-, además de comunicarse con los vendedores como interesados en adquirir esas mercaderías a teléfonos que se publicaban en Internet.