El Juez Federal de la ciudad rechazó indagar a Mazzaferri

p6 20-2-15El juez federal Pablo Seró rechazó la imputación y, resolvió no citar a indagatoria al represor. El magistrado consideró que no había pruebas suficientes ni testigos presenciales vivos que pudieran ubicar a Mazzaferri en la escena. 

Julio Alberto Solaga tenía 25 años cuando fue secuestrado, el 22 de noviembre de 1976, trabajaba para una explotación forestal, aunque tenía acordada su incorporación a una empresa aseguradora. Era de noche y conversaba con un vecino enfrente de su casa cuando tres personas que se identificaron como de la Policía Federal le pidieron documentos y, antes de que pudiera cruzarse a buscarlos, se lo llevaron a punta de pistola en un Renault 12 blanco y sin patente.

 

Su vecino, Jorge Herbert Wilson vio cómo se lo llevaban y hasta corrió detrás del vehículo, pero no pudo hacer nada. A partir de ese testimonio, producido en los primeros años de la democracia, la fiscal Milagros Squivo y la querellante María Caccioppoli solicitaron la imputación de José Darío Mazzaferri, ex agente de inteligencia de la Policía Federal, que se encuentra detenido por crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, el juez federal Pablo Seró rechazó la imputación y, por lo tanto, resolvió no citar a indagatoria al represor. El magistrado consideró que no había pruebas suficientes ni testigos presenciales vivos que pudieran ubicar a Mazzaferri en la escena.

 

«A partir de los testimonios surgidos en el juicio realizado en 2012 (contra represores que actuaron en Concepción del Uruguay, Concordia y Gualeguaychú), surgió el dato de que Solaga habría sido detenido por personal que se identificó como de la Policía Federal y, según la descripción que da el único testigo, que era Wilson, una de las personas tenía una contextura física que podría coincidir con la de Mazzaferri», dijo a El Diario la abogada Caccioppoli, que representa a Estela Solaga, hermana de Julio. En su escrito, la fiscal Squivo hizo notar que en el legajo personal de Mazzaferri consta una felicitación hecha «en un tono tan sugestivo que no cabe sino asociarlo al hecho ocurrido tres días previos», en referencia a la desaparición de Solaga. Mazzaferri es oriundo de Capital Federal, pero llegó a Concepción del Uruguay en 1975, con 23 años y el grado de oficial subinspector. Enseguida quedó a cargo del área de inteligencia de la Policía Federal, denominada bajo el eufemismo de «oficina técnica».