Exitoso balance para la edición del Grand Prix

El Grand Prix Sudamericano de Atletismo regresó a la pista del Centro de Educación Física, luego de la positiva experiencia del año último, en la que cosechara unánimes elogios.

Desde Panamá hasta la Argentina estuvieron presentes atletas de todo el cono sur, un hecho que no registra antecedentes en la historia de la competencia, mérito de la capacidad organizativa demostrada por las autoridades atléticas locales y del municipio, según las propias expresiones del titular de la Confederación Argentina de Atletismo (CADA), Juan Alberto Scarpín.
El público acompañó con aplausos la intervención de los atletas, en las muy diversas disciplinas, que de manera simultánea se desarrollaron durante las tres jornadas, cada una dedicada a rendir homenaje a verdaderas instituciones del atletismo argentino: Beatriz Simonetto –única mujer argentina en obtener una medalla para el atletismo argentino en la historia de los juegos olímpicos-; el cincuenta aniversario del Centro de Educación Física –que hoy luce renovado con el gimnasio y su flamante pista de solado sintético-, y el Prof. Hugo La Nasa, vecino de la ciudad, que dedicara buena parte de sus esfuerzos a favor de la práctica y difusión de la actividad.
El público uruguayense pudo ver en acción a los tres atletas argentinos que llegaran a las finales de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro: Germán Chiaraviglio (salto con garrocha), Germán Lauro (lanzamiento de la bala) y Braian Toledo (jabalina), además de otros extranjeros de jerarquía como la velocista brasileña Vitoria Cristina Silva Rosa, el chileno Gabriel Kehr (lanzamiento del martillo), el colombiano Arley Ibargüen (jabalina) o Augusto Dutra de Oliveira da Silva, quien en la última jornada obtuviera 5,71m. en salto con garrocha.
Entre ese grupo tan importante estuvieron presentes tres jóvenes promesas del atletismo uruguayense: Caterina Masera (lanzamiento del martillo), Lucas Presas (jabalina) y Pablo Zaffaroni Unrein (salto con garrocha), quienes –indudablemente- marcarán el camino a las futuras generaciones de atletas con las que Concepción del Uruguay aspira armar una base, a partir de la nueva infraestructura existente.
Con la culminación del Grand Prix Sudamericano, la ciudad cierra una página importante que deja abierta la puerta para nuevos desafíos.