Independiente, el preso número 36

Independiente, el preso número 36 Primero la Policía detuvo a 35 hinchas y secuestró armas de fuego; luego, el Aprevide decidió suspender el partido contra Unión. El temor a que estalle la interna de la barra. Independiente, el preso número 36

A la información habría que darle cierto dejo de seriedad porque de lo contrario, se corre el riesgo que se tome como un chiste. El partido que debían jugar anoche Independiente y Unión de Santa Fe por el campeonato de la Primera B Nacional fue suspendido por razones de seguridad. ¿Se sabía que algo podía ocurrir? Sí, los organismos de seguridad estaban advertidos, y cualquier ama de casa de Avellaneda sabía del clima enrarecido. ¿Fue por culpa de los hinchas visitantes? No: desde hace años que no se permite el ingreso a invitados en canchas ajenas. ¿Viene en caída libre el equipo? No: está invicto con De Felippe, con tres empates y tres victorias. Sin embargo, el partido se suspendió por culpa de una interna de la barra brava, esa que seguramente los dirigentes “no conocen”, como se repite en todos los clubes del fútbol argentino. “El partido no se va a jugar”, informó Leonardo Outon, vocero de la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (Aprevide). Y cerró el tema.

¿Qué pasó? En lo que era la previa del partido, unos 35 hinchas entre los que no se encontraba el jefe de la barra brava fueron detenidos, para evitar un posible enfrentamiento entre grupos antagónicos. Según los primeros informes, se habrían encontrado en una casa abandonada frente al Estadio Libertadores de América armas de fuego y facas. “Hay un grupo de 35 hinchas que estaba yendo a la cancha que fue detenido por personal de la comisaría primera de Avellaneda”, informó a C5N Rodrigo González, abogado de César “Loquillo” Rodríguez, cabecilla de un sector de la barra de Independiente. González dijo que dentro del grupo de detenidos no se encontraba su defendido, porque Rodríguez “no estaba en las inmediaciones de la cancha”.

En los días previos al partido ante Unión las dos barras se cruzaron en las redes sociales y anticiparon un enfrentamiento antes del encuentro de ayer.

Por eso se montó un gran operativo de seguridad en la zona del estadio. Pero falló.

 

Cantero apoyó la decisión

Javier Cantero admitió que pidió que el partido se jugara de noche para favorecer a los socios comunes y precisó que su dirigencia amplió a casi un centenar el derecho de admisión. “Esto fue sobre la hora y hubo que suspenderlo. Me hago responsable porque pedimos que se jugara de noche, pero nosotros trabajamos para los socios y la mayoría no podría ir a la cancha un viernes de tarde”, reconoció.

En cuanto a la determinación de postergar el match, el presidente expresó: “Estuvo bien. Tenemos un jefe de seguridad que venía trabajando con la Policía, lo deportivo quedó en segundo plano. Como otras veces nos quejamos, hoy hay que felicitar a la Policía. Había muchos armados, y si se pudo haber evitado una tragedia, bienvenido”, remarcó.