Joven asegura que vio a Fernanda Aguirre en prostíbulo de San Luis

p7 13-6-14El testimonio de una joven reaviva la posibilidad de encontrar a Fernanda Aguirre, la adolescente que el 25 de julio de 2004 fue vista por última vez cuando iba a entregar un pedido de la florería que sus padres tenían a pocas cuadras del cementerio de San Benito. 

Nerea Soledad Olivera estuvo capturada en una red de trata de personas desde los 11 años, cuando fue trasladada desde Misiones a San Luis. Manifestó que en su periplo reconoció a Fernanda «por una foto». La joven brindó su testimonio desgarrador y explicó que «hace casi cinco años busco ayuda para recuperar a mi hija que nació en cautiverio. Llegué hasta la Asociación Avivi, pensado que iba a ser un lugar donde me dirían que fuera hacia otro sitio. Afortunadamente la señora encargada me acogió en su casa como una madre, sin hacer lo que muchas personas me hacían cuando me alojaban: me obligaban a prostituirme y a veces hasta los mismos maridos abusaban de mí.

 

Luego de contarle mi situación y la fea experiencia de vida que tuve que atravesar producto del abandono de mi mamá y el abuso de mi papá, ella me mostró fotos y reconocí a Fernanda. Supe que era ella porque tenía un ojo desviado, en ese momento el pelo corto y ahora debe tener mi edad». Asimismo, la joven relató que tuvo contacto con Fernanda Aguirre en San Luis, donde estaba cautiva en un prostíbulo denominado Venus. «No podía comunicarme con ninguna de las chicas porque en todo momento había alguien que nos llevaba y traía. En ese instante ella estaba embarazada y dio a luz a los pocos días en ese lugar. La hicieron tener relaciones sexuales hasta el último momento de su embarazo y cuando tuvo a su hijo yo misma limpié la sangre, pero después no la vi más», contó Nerea . Además, señaló que «la vi en varias oportunidades pero no nos permitían hablar, no podíamos hacer más que lo que ellos decían: nos drogaban y obligaban a hacer cosas. A mi me excluyeron del grupo porque preguntaba mucho, hablaba y lloraba.

 

Estoy segura que era Fernanda pero tenía el pelo corto, estaba en un serio estado de desnutrición como casi todas. No me la saco de mi cabeza por su carita y sus ojos, no puedo olvidármela. De ver tantas chicas a ella fue la que más cercana sentí», dijo, al mismo tiempo que narró que «yo tenía 15 años cuando tuve contacto con ella, hoy tengo 22, casi 23, es decir, esto pasó hace siete años atrás». «Es lo que vi, no pude hablar con Fernanda pero la vi, sé que dio a luz a un varoncito, las dos éramos muy chicas. La encontré en el interior del prostíbulo estando embarazada, lo que me llamó la atención por todo lo que le hacían en ese estado», aseguró. La revelación de Olivera se suma a dichos de otras mujeres que ya han testimoniado haber visto a Aguirre en locales nocturnos del país. Elonce TV se comunicó con la Policía de Entre Ríos, a fin de averiguar si desde la fuerza tomarían cartas en el asunto, a fin de avanzar en alguna investigación. La respuesta fue que desde el punto de vista policial «la causa está cerrada», por lo que están a la espera de alguna orden judicial al respecto. El Juzgado de Instrucción Nº 6, a cargo de Marina Barbagelata, está en conocimiento de este material que fue emitido y tras acceder al material, lo analizará y definirá si amerita avanzar en alguna nueva línea investigativa.

 

El recuerdo triste
Cabe recordar, que tras la desaparición de Fernanda Aguirre en julio de 2004 en San Benito, la Policía y la Justicia siguieron varias líneas investigativas, se realizaron muchos rastrillajes en la zona, viajaron a distintos puntos del país y del exterior siguiendo pistas, pero no hubo resultados positivos y nunca se dio con el paradero de la chica, que al momento del secuestro tenía 13 años. A los días siguientes, personal policial dio con los autores del secuestro a través de un pedido de rescate de 2.000 pesos hecho a la familia. Así, Miguel Lencina, un convicto con antecedentes de asesinato, que tenía salida laboral, fue el principal acusado del hecho pero días después de su detención, fue hallado muerto en su celda de la comisaría quinta de Paraná, lo que generó muchas dudas. Además, por el secuestro de Fernanda fueron juzgados Mirta Chávez, su esposa, y Raúl Monzón, su primo.