La casa de la “Chonga”

p2-040316-1Una bellísima casa de estilo ingles, muy pocas, solo tres hay en el centro de mi Uruguay del alma, la casa de la “Chonga” Artusi en pocos días fue derribada por inmensas topadores. Nada quedó detrás del polvo de ese magnifico chalet inglés que bien pudo albergar un Museo de la Ciudad.

Sin piedad enormes máquinas de destrucción la demolieron sin saber cuanta historia contenía. Creo que fue contraída por aquel honorable profesor del Colegio Nacional del Uruguay, el Profesor Fernández, ejemplo de defensor de los principios republicanos que fue despedido con Don Electo Brizuela por sus ideas políticas por la Revolución del 6 de septiembre de 1930.

 

Por los tapiales de la vieja casa se paseaba un yaguareté.  Hoy caminando por la ciudad me conmoví profundamente. Pleno centro, calle Urquiza, una de las arterias principales de la ciudad.  Dos casas antiguas sobre esta calle entre Artusi y Mitre serán demolidas. No importa a nadie pareciera, sus bellas rejas de hierro forjado, sus vidrios, sus vitreaux, sus molduras. Todo caerá para construir otro edificio geométrico de seis plantas.  ¿Es qué tiraremos todo abajo? ¿Cómo conservaremos nuestro nombre de “La Histórica” si somos incapaces de cuidar nuestro Patrimonio Urbano?

 

Cómo nos vanagloriamos de ser una “Ciudad Culta” cuando vemos destruir tantas bellas mansiones que nos cuentan, hijas de arquitectos o constructores ignotos que trajeron su cultura y que la plasmaron en nuestra sencilla concepción del Uruguay.  Las cicatrices aparecen por todas partes, los que han hecho más esfuerzo son “los hoteles boutique” que han rescatado de tanta destrucción algunos sitios y los han resignificado.  No estoy contra el progreso ni contra el empleo, estos edificios podrían levantarse en barrios más alejados o frente a parques o boulevares, no en pleno centro donde contribuyen a la contaminación visual y otras complicaciones como la dotación de agua, luz, etcétera, y al embotellamiento vehicular ya de por sí muy intenso.

 

Lamentable
Ya no queda nada de los “patos de la Chonga”, ni de sus palmeras vigilantes, ni el sonido de sus boleros y sus tangos al atardecer, ni el perfume de sus rosales… Tampoco de la biblioteca del Doctor Bonelli con aquellos tomos lustrosos que tanto me impactaron siendo una mocosa!  Pienso que es hora de que nuestras autoridades políticas, especialmente el Honorable concejo Deliberante, analice estudie con las universidades pertinentes lo que está ocurriendo en la urbanización de la ciudad, e intervenga.

 

Tal vez algunos vecinos y vecinas preocupados/as de nuestra querida ciudad se quieran sumar a una ONG local, BASTA DE DEMOLER.  Basta de esta destrucción masiva del rico patrimonio urbanístico de la ciudad. Si no lo hacemos, tal vez (como a la sensible Alfonsina) nuestras lágrimas se transformen en cuadradas.

 

Cuadrados y ángulos (Alfonsina Storni)
Casas enfiladas, casas enfiladas,
casas enfiladas,
cuadrados, cuadrados, cuadrados,
casas enfiladas.
Las gentes ya tienen el alma cuadrada,
ideas en fila
y ángulo en la espalda;
yo misma he vertido
ayer una lágrima,
Dios mío, cuadrada.