La NASA y SpaceX evaluarán un cohete construido por argentinos

Será en el marco de una exigente competencia internacional en Estados Unidos. Blue Origin y Virgin Galactic serán otros de los jueces de los alumnos del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA).

Tan alta como los 3000 metros sobre el nivel del mar es la esperanza que tienen 25 estudiantes universitarios de distintas carreras del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), que quieren ver así de elevado el cohete con el que participarán de un exigente competencia internacional, cuyos jueces son líderes del sector espacial estadounidense.

Se trata de la competencia espacial Spaceport America Cup, que agrupa a 150 proyectos de 25 países y cuyo jurado está integrado por expertos de la empresa espacial Blue Origin, perteneciente al multimillonario empresario Jeff Bezos, Virgin Galactic, de Richard Branson, y la AIAA que agrupa a la NASA, SpaceX, el MIT y el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).

Durante cinco días, a partir de mañana, los alumnos estarán preparando el innovador cohete que diseñaron y construyeron de tres metros de largo, 15 centímetros de ancho y capacidad para transportar carga satelital de hasta 4 kilos hasta los 3 kilómetros de altura.

Malena Vásquez Currie, estudiante de Ingeniería Informática del ITBA, habló con Infobae y explicó los detalles de la competencia y contó lo entusiasmados que están los 8 alumnos que viajarán en representación de los 25 que trabajaron en el proyecto, y que irán acompañados por un profesor de la casa de estudios.

“Estamos muy entusiasmados de poder viajar a esta competencia internacional espacial destinada a estudiantes universitarios que deberán presentar y lanzar un cohete que pueda completar el vuelo de manera satisfactoria. El vuelo y el aterrizaje, ya que nuestro cohete es un vehículo es 100% reutilizable, dado que una vez que es lanzado y despliega la carga, el cohete aterriza suavemente haciendo uso de un paracaídas. Y una vez en tierra, solo se recarga de combustible, se chequean los daños o anomalías que pudo haber sufrido y si todo está bien, ya está listo para volver a volar”, explicó Vázquez Currie a horas de subirse al avión para viajar a Las Cruces, en Nuevo México, Estados Unidos, lugar donde se desarrollará la competencia.

Y agregó: “El desarrollo del cohete comenzó en agosto del año pasado, con el armado del equipo. Buscamos alumnos de diversas carreras, que pudieran aportar conocimientos y tiempo al proyecto, como Ingeniería Mecánica, Electrónica, Informática y Química. Luego de eso, se llevó a cabo un proceso de investigación y diseño. Como era nuestra primera vez, hicimos una gran cantidad de pruebas y simulaciones computacionales para garantizar que el modelo que estábamos planificando iba a funcionar como esperábamos”.

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Tan alta como los 3000 metros sobre el nivel del mar es la esperanza que tienen 25 estudiantes universitarios de distintas carreras del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), que quieren ver así de elevado el cohete con el que participarán de un exigente competencia internacional, cuyos jueces son líderes del sector espacial estadounidense.

Se trata de la competencia espacial Spaceport America Cup, que agrupa a 150 proyectos de 25 países y cuyo jurado está integrado por expertos de la empresa espacial Blue Origin, perteneciente al multimillonario empresario Jeff Bezos, Virgin Galactic, de Richard Branson, y la AIAA que agrupa a la NASA, SpaceX, el MIT y el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).

Durante cinco días, a partir de mañana, los alumnos estarán preparando el innovador cohete que diseñaron y construyeron de tres metros de largo, 15 centímetros de ancho y capacidad para transportar carga satelital de hasta 4 kilos hasta los 3 kilómetros de altura.

Malena Vásquez Currie, estudiante de Ingeniería Informática del ITBA, habló con Infobae y explicó los detalles de la competencia y contó lo entusiasmados que están los 8 alumnos que viajarán en representación de los 25 que trabajaron en el proyecto, y que irán acompañados por un profesor de la casa de estudios.

“Estamos muy entusiasmados de poder viajar a esta competencia internacional espacial destinada a estudiantes universitarios que deberán presentar y lanzar un cohete que pueda completar el vuelo de manera satisfactoria. El vuelo y el aterrizaje, ya que nuestro cohete es un vehículo es 100% reutilizable, dado que una vez que es lanzado y despliega la carga, el cohete aterriza suavemente haciendo uso de un paracaídas. Y una vez en tierra, solo se recarga de combustible, se chequean los daños o anomalías que pudo haber sufrido y si todo está bien, ya está listo para volver a volar”, explicó Vázquez Currie a horas de subirse al avión para viajar a Las Cruces, en Nuevo México, Estados Unidos, lugar donde se desarrollará la competencia.
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Y agregó: “El desarrollo del cohete comenzó en agosto del año pasado, con el armado del equipo. Buscamos alumnos de diversas carreras, que pudieran aportar conocimientos y tiempo al proyecto, como Ingeniería Mecánica, Electrónica, Informática y Química. Luego de eso, se llevó a cabo un proceso de investigación y diseño. Como era nuestra primera vez, hicimos una gran cantidad de pruebas y simulaciones computacionales para garantizar que el modelo que estábamos planificando iba a funcionar como esperábamos”.

Es que según contó Malena, debido al corto tiempo de desarrollo del proyecto y la falta de un lugar cercano para poder lanzarlo, no han podido probar la capacidad de vuelo real del cohete y debieron recurrir a simulaciones por computadora para comprobar que estaba apto para volar y completar el aterrizaje sin problemas.

“El cohete fabricado con fibra de vidrio y de carbono, tiene un sistema de doble paracaídas. A la altura máxima apogeo que llega, es decir a 3000 metros, el vehículo se parte en dos. La punta cae con su propio paracaídas y el segundo módulo también lo hace con otro. Para los cuatro kilos de carga, esta vez pusimos un peso simulado”, prosiguió la estudiante, que agradeció al ITBA por haber financiado todo el proyecto.

Sobre la competencia, Vázquez Currie precisó que la Spaceport America Cup es una competencia muy exigente, donde participan 150 proyectos finalistas de 25 países: “Cada país puede presentar un proyecto o cohete. Pero Estados Unidos como juega de local y organiza el concurso, puede inscribir la cantidad de proyectos que quiera. Así, 126 cohetes son de Estados Unidos”.

Los criterios de evaluación se basan principalmente en comprobar que el proyecto pueda completar el vuelo de forma satisfactoria a 3000 metros de altura y la capacidad del lanzador de volver a volar luego del aterrizaje.

“Nuestra principal expectativa es poder tener un buen lanzamiento, y que el cohete pueda completar el vuelo de manera satisfactoriamente. Considerando que es nuestra primera vez participando de una competencia así, valoramos eso mucho más que un puntaje en particular. También esperamos disfrutar y aprender, de forma que adquiramos conocimientos que nos ayuden en nuestras carreras futuras”, destacó Matías Calamaro, estudiante de Ingeniería Mecánica del ITBA.

Por su parte, Patricio Pedreira, docente a cargo del equipo, manifestó que “el trabajo realizado en la competencia permitió formar y especializar a todos los involucrados en distintas temáticas del área aeroespacial. Esta formación es de gran relevancia para nutrir el desarrollo de la industria aeroespacial argentina que vemos en empresas como Satellogic, LIA, Skyloom, Invap, Arsat, Innova Space, entre otras”.

Participaron del proyecto más de 25 alumnos de distintas carreras de la universidad, de los cuales 6 viajarán para representar al equipo: Agustín Galdeman (Ing. Electrónica), Gustavo López Cáceres (Ing. Mecánica), Juan Bautista Valero (Ing. Mecánica), Malena Vásquez Currie (Ing. Informática), Matias Calamaro (Ing. Mecánica) y Tomislav Marko Separovic (Ing. Mecánica); guiados por Patricio Pedreira (docente del Departamento de Ambiente y Movilidad).