Operativo del Juzgado por banda de los uruguayos

Personal de Prefectura Naval de ciudad realizó un procedimiento donde incautó un auto, secuestró un arma y documentación en la Capital Federal.    

 

De acuerdo a un informe que brinda La Pirámide, en el marco de la causa de «Los Uruguayos» la banda que falsificaba dinero y tenía inversiones en las ciudades de Colón, Concepción, Gualeguaychú y CABA, personal de la Delegación de Inteligencia Criminal e Investigaciones de la Prefectura de Zona Bajo Uruguay, se comisionó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde luego de amplias tareas se pude encontrar un vehículo Mercedes Benz, dominio HUF-294 con datos a aportar a la causa llevada en el Juzgado Federal N° 1 de Concepción del Uruguay.

El magistrado interviniente dispuso que se efectúe requisa del rodado, con canes detectores de narcóticos y equipo scanner perteneciente al Departamento de Investigaciones propio, pudiendo secuestrar un arma de fuego y documentaciones varias.

La  banda de los uruguayos

Santos Montenegro era el líder de La banda de los la organización. Es un conocido narco conocido en su país como Fierrito, y también lo acusan por encubrir a un uruguayo prófugo, Rubén Alejandro Rodríguez De Armas, quien cayó en los mismos procedimientos tras haberse escapado en abril de un centro penitenciario de Montevideo. Aquí había asesinado a su exjefe y amigo, Nelson El Rambo Peña Otero, otro peligroso delincuente narco, y a otro recluso. Además, a esta banda la vincularon al asesinato de Alejandro Patricio Bonfiglio Migues, un uruguayo ultimado en 2015, cuyo cadáver fue hallado en el arroyo La Leche, en Colón. El jefe y su mano derecha A principios de este años, e comenzó a investigar una aparente organización con fines ilícitos y asiento territorial en la ciudad de Colón, en la cual Santos Montenegro y su entorno surgían como sus posibles integrantes, constatando inconsistencias patrimoniales, y la probable vinculación con actividades delictivas.

Cómo operaban

Se comenzó a sospechar con firmeza que habían conformado una organización de personas que, producto de actividades ilícitas instituyeron con habitualidad, a partir de 2011, un patrimonio originado en esas actividades criminales, el cual ponían en circulación en el mercado local mediante diversos negocios jurídicos, procurando que adquirieran así la apariencia de un origen lícito.

El juez Seró, al procesarlos, sostuvo que habrían realizado conductas vinculadas a la conversión, transferencia, administración, venta, gravamen, disimulación y puesta en circulación en el mercado bienes adquiridos de modo ilegal, como producto de ganancias obtenidas por actividades que habrían identificado como realizadas por la organización: el tráfico ilícito de estupefacientes y la falsificación de moneda y su puesta en circulación.

Respecto de Santos Montenegro, los camaristas de la apelación afirmaron que «existen en la causa numerosos elementos que permiten afirmar su rol de líder y organizador de las actividades, así como que resulta ser el principal beneficiario de su producido y titular real de los bienes incautados.