Otro artista nacional muy enojado contra el desmanejo de la cultura

p3 6-10Baby Etchecopar descargó la bronca en su programa de radio por los montos que le pidieron para usar el auditorio municipal. Fernando Tropini Director de Cultura se defendió: «La comisión está trabajando re bien».

Días pasados se produjo una nueva polémica en torno al Auditorio municipal Carlos María Scelzi. Como se recordará, este verano pasado

una obra nacional que levantó la función descargó mucha bronca e insultos vía Twister contra las autoridades municipales de cultura por el manejo que hubo de la situación. Ahora, el enojo llegó de parte de Baby Etchecopar, quien levantó su unipersonal que iba a brindar en Concepción del Uruguay el pasado 20 de septiembre. En su programa de radio, el periodista cargó contra la administración local de cultura acusando de que se aumentó abruptamente el porcentaje que debía dejar el artista en las boleterías del auditorio público.

En comunicación con La Prensa Federal, el director de Cultura Fernando Tropini, quien además es el Presidente de la Comisión Administrativa del Auditorio Carlos María Scelzi, se refirió a lo sucedido con el unipersonal de Baby Etchecopar, que finalmente fue levantado de la cartelera: «Al espectáculo no lo difundíamos nosotros, solicitaron el auditorio e hicieron todo a último momento. Y hablando en criollo, uno por hacer la gauchada y no decir estamos fuera de tiempo, pasan estas cosas». «Todos los espectáculos nacionales se trabajaron en base a 30 por ciento (de la recaudación) y se cobra lo que la comisión decide.

Ahora se está trabajando en un reglamento nuevo y se tomó la decisión que los eventos deben confirmarse con tres semanas de anticipación, de lo contrario no se toman y se estableció por respeto a la gente multas por levantar las obras cuando quieran». El enojo de la gente que organizaba el evento de Etchecopar fue que dos días antes de la función se advirtió que debía quedar el 30 por ciento de la recaudación para la comuna. Además, el evento se había organizado a modo de lograr un porcentaje de lo recaudado para ayudar al Club Gimnasia y Esgrima que se encuentra desarrollando un proyecto para construir canchas para el fútbol infantil en la zona del denominado «pozo».

Números altos
«Con semejantes números es inviable cualquier producción privada que quiera utilizar el auditorio que si bien es de administración municipal, es de toda la ciudad», señaló un productor que ya estuvo en problemas por el monto exigido, y se vio en la obligación de levantar un espectáculo y al próximo que tenía en agenda lo llevará a Gualeguaychú: «El Teatro de Gualeguaychú, remodelado a nuevo y siendo un Monumento Histórico Nacional, con el doble de capacidad que el auditorio está cobrando un 8% para los espectáculos nacionales y un 2,5% para los espectáculos locales y provinciales, es una locura lo que piden acá», graficó el productor.

Baby Etchecopar defenestró en su programa de radio a las autoridades de cultura de nuestra ciudad por el proceder, y también hizo mención a los montos que exigía la comuna uruguayense para la utilización del Auditorio. Uno de los productores de nuestra ciudad, que ha traído espectáculos de primer nivel señaló que «un artista de primer nivel nacional difícilmente acepte trabajar con esos márgenes de recaudación, es raro, Concepción del Uruguay debería estar generando atractivos para que los artistas vengan, no que huyan y encima se vayan enojados. ¿Cuál es el fin, meramente recaudatorio? Tal vez por eso se entiende la escasa agenda de actividad cultural que hay en Concepción del Uruguay, o por qué lo poco que hay se genera en ámbitos privados o en clubes de barrio», finalizó.

El primer reclamo nacional por twitter
Ya a fines de enero un problema similar debió afrontar el director de cultura, luego de que la revista `Primera Quincena’, con Violeta Lo Ré, Jésica Cusnier, Agustín Belforte y Matías Vásquez, levantaran la función y vía twitter acusaron de «chantas» a los funcionarios uruguayenses ya que «no pagaron lo acordado».

Por entonces Gay y Tropini salieron rápido a responder: «No había ningún contrato entre nosotros. Ellos iban a cobrar de la venta de entradas y nosotros sólo sacábamos para pagar los gastos del auditorio. Como vendieron pocas anticipadas ellos no quisieron hacerla». Lo cierto es que la situación se vuelve a repetir en similares condiciones con un artista nacional, pero esta vez, fuera de temporada.