Pasión a la mejicana

p2 27-4-14La vieja práctica de adorar la circunstancia ha explicado la escena política local y provincial, al punto de convertirse ya en parte habitual del manejo de los partidos. Hay que bucear al interior de los archivos para encontrar ejemplares, que zafen de la ideología del como sea, instalada por el peronismo menemista en la década de los años 90.

Pero no sólo los muchachos del General adscriben al método, aunque la cantidad de años en el gobierno los coloca por sobre el resto en la tabla de promedios. Ha revivido en las últimas horas una táctica particularmente utilizada por el socialismo, que va en búsqueda de un hospedante sano donde inocular sus aspiraciones. Y, pese a que ya todos saben cómo terminará esa historia, vuelve a insistirse en una vocación frentista absolutamente conyuntural como si no existieran archivos.

 

El ejemplo de Marcelo Haddad (PS) y Miguel Rettore (UCR) en el Concejo Deliberante paranaense abre, para algunos, una posibilidad de replicar la formulación en el resto del territorio. Será difícil soldar las diferencias en ciudades como Concepción del Uruguay, donde un acuerdo de las autoridades partidarias, conducidas en ese entonces por José Artusi, dejó fuera del cuerpo a quienes habían ganado legítimamente la elección interna y gracias al entuerto pudo acceder a su banca la actual edil Verónica Magni. No habían pasado 24 horas cuando Magni ya había tomado distancia de la UCR, sitio don nunca volvió. Ahora que tiene la posibilidad, podrá explicar seguramente en ámbitos partidarios radicales, las declaraciones contrarias al espíritu fundacional del acuerdo que la llevó al inesperado escaño y repetir la movida explicitando lo que en verdad piensan los socialistas de sus circunstanciales socios radicales.

 

Marcelo fuera de la foto
En la semana que termina el aparato de difusión oficial, del que participan cientos de medios provinciales, repartió la foto de los cuatro candidatos a gobernador, nacidos al calor del entorno de la Casa Gris. Fue realmente raro no ver en la instantánea a Marcelo Bisogni, sobre todo después de su presencia notoria en la visita realizada por Sergio Urribarri a nuestra ciudad y el apoyo explícito a su candidatura nacional. Quizá por eso, en las últimas horas las huestes marcelianas comenzaron la distribución de cartelería, con el particular toque del aparato scelzista, promocionando la candidatura del ex intendente uruguayense a la gobernación. En varias ciudades entrerrianas se realizó el reparto, menos en Concepción del Uruguay, todavía. Flota en el ambiente la mirada atenta de Daniel Scioli sobre Bisogni, de la que han dado cuenta fuentes informales, habitualmente de buena data. Pero en la vida política acostumbran utilizar la vía metafórica. Si ladra y mueve la cola mientras lo hace, casi seguro es un perro. A lo sumo una perra. En la noche de ayer, un allegado a Bisogni confirmó que los carteles tienen abundante color naranja. Saque la cuenta amigo lector.

 

Ocaso de los infalibles
El 27 de abril de 2003 se realizaron las elecciones convocadas anticipadamente por el presidente provisional, Eduardo Duhalde. La fórmula integrada por Carlos Menem y Juan Carlos Romero, se impuso por un margen exiguo: 24.14 por ciento de los sufragios. En segundo lugar se ubicó Néstor Kirchner, acompañado de Daniel Scioli con el 22.04. Previendo su derrota en la segunda vuelta, Menem desistió presentarse, en la seguridad de quitar legitimidad al nuevo presidente. Sus cálculos fallaron nuevamente, al igual que muchos caciques territoriales entrerrianos, incluidos los de Concepción del Uruguay, pues «el Lupo» construyó su legitimidad mediante el ejercicio del gobierno. Dos años después, en las legislativas de 2005, Kirchner alcanzó el 45.1 por ciento contra 17.2 de su inmediato seguidor, el Frente Justicialista.