Prisión condicional para exjefe de Toxicología condenado por pasar datos a narco

El comisario, Mario Núñez, acordó tres años de prisión condicional por el encubrimiento del narco Mario González. La investigación ventiló que cuatro funcionarios de fuerzas de seguridad, eran cómplices de los narcos.

Si un policía se contacta con un narcotraficante prófugo, debe notificarlo inmediatamente a la Justicia para detenerlo, por más buen informante que fuera. En el caso del excomisario inspector Mario Alberto Núñez no fue así: tenía un trato telefónico frecuente y de confianza con el jefe de una organización narco que estaba con pedido de captura desde hacía varios años y lo mantuvo en secreto. Hasta que ese vínculo quedó registrado en escuchas telefónicas. En un primer juicio Núñez fue absuelto por el beneficio de la duda. Luego ese fallo fue anulado por la Cámara Federal de Casación Penal, y ahora el expolicía de Toxicología prefirió acordar con la Fiscalía federal una condena de prisión condicional por el delito de Encubrimiento.

Esta historia comenzó en 2013, cuando detuvieron en la costa de Colón a un hombre a punto de zarpar en una lancha con un cargamento de drogas; y terminó menos de dos años después con el arresto de una banda que operaba en ciudades de la costa del río Uruguay hasta Buenos Aires. Y ventiló el escándalo por la presencia de cuatro funcionarios de fuerzas de seguridad cómplices de los narcos: el mencionado Núñez, y además dos policías federales y un efectivo de Gendarmería Nacional. Por eso se conoció como “Causa Narcopolicías”.

Declaración

En el primer juicio desarrollado en 2017 se expuso el contacto asiduo que mantenía Núñez con el Gordo González. El entonces comisario declaró y no negó que hablaba con Mario González. De hecho reconoció su voz en las grabaciones de las escuchas. Pero su argumento fue que, en los momentos de las conversaciones, no sabía que hablaba con el narco prófugo, sino que para él era un “datero” más, anónimo, publicó Uno.

La conversación más comprometedora fue una en la que Núñez le preguntó al narco dónde estaba, y este le dijo “por tus pagos”. Es decir, González sabía que el policía era de Concordia, al igual que él. Además, el investigador de Toxicología Néstor Garzón le preguntaba a Núñez si sabía dónde estaba González, pero le decía que no sabía nada.

Beneficio de la duda

Otros de sus compañeros también ya venían sospechando de él. Por ejemplo, el comisario Alexis Rotundo declaró que advirtió en la investigación que Núñez pasaba información a los narcotraficantes; y José Laumann (actual subjefe de la Policía) refirió los paupérrimos resultados de allanamientos a vendedores de drogas, como el caso de Claudia Bernal (en Villa Mabel en Paraná), así como las intromisiones del comisario en el área de Inteligencia.

El fiscal general José Ignacio Candioti había pedido condenarlo, pero para el Tribunal Oral Federal de Paraná esto eran meros indicios en el marco de un conflicto interno que había en Toxicología. Por eso el policía resultó absuelto por el beneficio de la duda. En esa misma sentencia, condenaron a nueve de los 14 procesados, entre ellos los dos principales narcos, González y Javier Caire, los dos policías federales y el gendarme.

La confesión

Luego del recurso presentado por la Fiscalía, la Cámara de Casación en Comodoro Py revocó la absolución a Núñez y ordenó un nuevo juicio. Transitar un debate y afrontar una pena de prisión efectiva resulta un trastorno para muchos imputados. Quizás Núñez podría haber defendido nuevamente su versión en otro juicio, pero ya no está en las mismas condiciones que en 2017, cuando en el primer debate decía que quería pasar a dedicarse a entrenar perros para detectar drogas en controles. Ahora ya está expulsado de la fuerza, sus plantes deben ser otros, y prefirió firmar un acuerdo con la Fiscalía.

Amistoso con el “narco”

El juicio abreviado se realizó en el Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay, presidido por Sebastián Gallino. El fiscal ad hoc Juan Sebastián Podhainy y el defensor de Núñez, Juan José Buktenica, presentaron el acuerdo de tres años de prisión condicional por el delito de Encubrimiento calificado. El mismo fue homologado por el juez en una sentencia, donde afirmó: “Es indiscutible el vínculo entre Núñez y el condenado González. Ambos se llamaban y enviaban mensajes por teléfono, lo que constituye un claro indicio en contra de quien se desempeñaba en calidad de jefe de la División Operaciones de la Dirección Toxicología de la Policía de Entre Ríos. No es habitual que un jefe de Tóxico que cumpla su función de forma lícita, hable amigablemente con un traficante prófugo sin tratar de efectivizar su captura”.