Recomendaciones para evitar las enfermedades por el agua

p6 29-1-Siguen proliferando los casos de diarrea, normales para esta época del año. Algunas cuestiones a tener en cuenta para no comprometer la salud. El verano es la época del año más elegida por los turistas y pobladores para viajar y recorrer distintos puntos del país y la Provincia. Y además de las recomendaciones para prevenir golpes de calor, los consejos son para prevenir las enfermedades transmitidas por el

agua. Las playas y balnearios son los lugares preferidos para sobrellevar las altas temperaturas, por lo que niños, adultos y personas mayores utilizan el agua para jugar y refrescarse. Pero el uso recreativo de este recurso natural puede traer aparejado enfermedades como la diarrea, gastroenteritis, otitis y otras infecciones, si está contaminado. María del Carmen García, doctora en Farmacéutica y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), explica cuáles son estas afecciones y cómo prevenirlas.

 

El agua es potable y segura para su utilización cuando reúne ciertas características fisicoquímicas y microbiológicas que determinan su seguridad para la salud humana. Por lo que para cumplir con los estándares de calidad, debe ser inodora (sin olor), incolora (sin color) e insípida (sin sabor). Este elemento deja de ser apto para consumo o uso recreativo cuando en él «se encuentran altos niveles de microorganismos (bacterias, virus, o parásitos) provenientes de aguas negras, que se dispersan y sobreviven a lo largo del tiempo en el suelo o en aguas residuales» explicó la profesional. En relación a la contaminación y a las complicaciones para la salud, la profesional dijo que los afluentes fecales de las personas y animales «son los que más preocupan» ya que su concentración «incrementa considerablemente el riesgo a contraer enfermedades». El contacto de la piel (a través del roce o de una herida expuesta) con el agua en mal estado puede causar gastroenteritis y ésta diarrea, vómitos, dolor de cabeza y fiebre; o producir infecciones de oído, ojos, nariz y garganta. Las personas más propensas a padecer estas patologías «son los niños, ancianos e individuos con debilidad en el sistema inmune» afirmó Maria del Carmen, quien además acotó que generalmente estos tipos de afecciones «no son graves y no causan efectos de salud a largo plazo».

 

Sin embargo, en aguas altamente contaminadas, «los individuos pueden padecer enfermedades más serias como la disentería, hepatitis, cólera y fiebre tifoidea». Por general para prevenir estas afecciones, lo que se recomienda: -No tragar agua de piletas o de lugares recreativos. -Evitar realizar actividades acuáticas cerca de desagües de aguas pluviales en la playa. -No ingresar al agua si tiene diarrea. -No nadar después de una lluvia fuerte. -Observar si hay basura u otros signos de contaminación en el agua; ya que estos elementos pueden indicar la presencia de bacterias en el agua, principales transmisoras de enfermedades. Respecto a la vacunación, existe la vacuna contra la hepatitis A, una enfermedad causada por un virus que se contrae cuando una persona come alimentos, toma agua en mal estado, o tiene contacto cercano con alguien que está infectado. Si bien esta vacuna se aplica en una única dosis, a los 12 meses de vida, también se la recomienda a poblaciones de riesgo con previa evaluación médica.