“Se vienen cambios en caudales de ríos y disponibilidad del agua”

Continúa vigente en el territorio argentino, y en Entre Ríos, el fenómeno de sequía conocido como “La Niña”. En este sentido, “Se vienen tiempos con cambios en caudales de ríos, disponibilidad hídrica en zonas productivas, en ciudades alejadas de los grandes ríos para el consumo de la gente”, aseguraron desde el Instituto Nacional del Agua a La Prensa Federal.

La Niña continúa generando estragos en las reservas hídricas entrerrianas y nacionales. Las lluvias parecen no llegar, y las que se dan, no son suficientes para reponer las napas y caudales de ríos y arroyos.

En este marco, La Prensa Federal dialogó con Juan Borús, responsable del Área de Pronósticos en el Instituto Nacional del Agua, para brindar más detalles sobre el fenómeno, el futuro inmediato y las consecuencias.

En primer lugar, Borús indicó a este diario que “venimos haciendo el seguimiento muy de cerca sobre las lluvias y los ríos. Nuestra principal preocupación se centra en las bajantes de los ríos Uruguay y Paraná, y las pocas lluvias, que inevitablemente merman la productividad”.

En este sentido, aseguró que “Las lluvias han beneficiado al norte de la Cuenca del Plata, pero en la parte sur -nuestra zona-, no sucede esto. No tenemos la mejor perspectiva, porque vemos un predomino de un patrón de lluvias inferior a las normales para este período”.

El ingeniero, además, señaló que “para que el déficit hídrico se revierta, no solamente tiene que haber niveles normales de lluvia, sino que tienen que ser persistentes y superiores a la media. Lamentablemente esto no se lo ve, y es lo que alimenta nuestro pesimismo”.

Según Borús, en caso de que las lluvias fuesen superiores a la media, desde el Instituto Nacional del Agua quedarían a la expectativa, junto a los productores, “pero esto no es lo que vemos ni veremos”. Informó, también, que desde el organismo monitorean constantemente las lluvias, y observan como las precipitaciones se van disipando en el Litoral y provincia de Buenos Aires.

“Se podría dar alguna lluvia aislada, pero se necesita una consistencia por varias jornadas para poder comenzar a palear el déficit hídrico, y esto no lo tenemos contemplado en el futuro inmediato”, agregó el ingeniero.

Siguiendo con esta idea, “si hubiese un fenómeno muy intenso en dos o tres días, los suelos no alcanzarán a tomar la lluvia que cayó. La sequía ha afectado mucho a los suelos, que no podrán absorber tanta agua en tan poco tiempo. Lo que necesitamos es precipitaciones constantes y no necesariamente fuertes”.

Desde el INA, junto con el Servicio Meteorológico Nacional, afirman que no hay probabilidades de esta consistencia de precipitaciones, por lo menos hasta fines de enero.

“La gran variedad climática que tenemos en el país, nos pone un horizonte de incertidumbre. Muchas veces esto hace que al cabo del segundo mes de pronósticos, el margen de variabilidad sea muy grande, y que sucedan fenómenos imprevistos”, aseguró Borús.

Asimismo, puntualizó que “como hidrólogo, es que es muy probable que en los próximos tiempos nos acostumbremos a grandes cambios de clima. Se vienen tiempos con cambios en caudales de ríos, disponibilidad hídrica en zonas productivas y en ciudades alejadas de los grandes ríos para el consumo de la gente. Tenemos que ser sumamente cuidadosos con el agua y su uso, ya que no hemos sido conscientes con esto, y hemos tenido que cambiar hábitos”.

“La variabilidad climática vino para quedarse. Estamos ante un panorama de largo plazo complicado, dependiendo de las acciones del ser humano”, añadió.

Borús finalizó: “En estos momentos el río Uruguay continúa fluctuando en niveles de aguas medias, hay algunas bajadas mínimas. En principio, continuaría así en las próximas semanas, pero no hay duda que haya posibilidades que en enero haya caudales más bajos, quedaría saber qué tanto bajará si es que lo hace”.