Sociedad 04/02/16

SANTORAL

San Gilberto, fundador. Nació en Sempringham, Inglaterra. Fue fundador de la Orden de los gilbertinos, la única orden religiosa medieval que produjo Inglaterra, a quienes dio una regla de vida muy severa que se inspira en la de San Benito con cierta influencia cisterciense. Luego de una vida de constante oración y penitencia, murió en 1189, a la edad de 106 años, y fue canonizado en 1202 por Inocencio III. San Juan de Brito, mártir. Nacido en Lisboa, Portugal, en 1647, ingresó en la Compañía de Jesús y fue enviado como misionero a la India. El 4 de febrero de 1693 fue martirizado en la localidad india de Oriyur. En 1947 fue canonizado por el papa Pío XII. San Isidoro, abad.

 

Fue monje desde su juventud y llegó a ser superior de un monasterio cerca de Pelusium, en Egipto. Durante su vida todos lo consideraban como un modelo de perfección religiosa. Se conservan más de dos mil de sus cartas, con un gran conocimiento de la Teología, y tan bien redactadas, que según algunos pudieran ser utilizadas para reemplazar a los clásicos en el estudio de la lengua griega. Murió alrededor del año 450.