Sociedad 06/10/13

DIOS ES VIDA

» Señor, auméntanos la Fe » ( Lc. 17, 3-10 ) Jesús les dice a sus apóstoles (y a nosotros) que debemos estar dispuestos a perdonar siempre, cuando nuestro hermano se arrepiente de habernos ofendido. ¿Por qué nos cuesta tanto perdonar? Algunas de lascausas de esta dificultad son: – confundir el perdón con un sentimiento o inclinación espontánea a perdonar. Esto es muy difícil que suceda, pues por naturaleza no estamos inclinados al perdón, sino más bien a la venganza y a guardar rencor. Por lo tanto no se trata de un sentimiento, sino de una decisión libre y conciente de perdonar, aunque esto nos resulte difícil o costoso.

– otra causa es la soberbia, que nos encierra en nosotros mismos, y damos tanto peso a nuestro orgullo ofendido, que no somos capaces de ver, apreciar y sobre todo aceptar el arrepentimiento ajeno, y no estamos dispuestos a perdonar. – pero la principal causa es la falta de amor: si realmente amamos a alguien, también estamos dispuestos a perdonarlo. Basta ver cómo un padre o una madre siempre están dispuetos a perdonar a sus hijos, porque los aman de veras. Por eso el perdón es un signo claro y un termómetro del amor. Sin embargo no hemos de confundir el perdón con la aceptación de una mala elección o del mismo mal. Perdonar significa abrir nuestra puerta a los demás, y aceptar a la persona que nos ha ofendido, si está arrepentida.

Pero no significa aceptar lo que ha hecho mal. Tenemos el deber de ayudarlo a no repetirlo, corrigiéndolo, «reprendiéndolo», como dice el Evangelio. Sobre este deber de corregir ya hemos hablado en otro comentario. Debido a esta dificultad que experimentamos, para perdonar, los apóstoles le piden a Jesús:»Señor, auméntanos la Fe». Es que sin la Fe, no aceptaremos la propuesta de Jesús, y nos quedaremos con nuestro instinto natural; el perdonar nos parecerá una debilidad, o una falta de justicia, o simplemente una extravagancia o desubicación.

Casi al término de este año de la Fe, confiemos en la Palabra de Jesús, y descubriremos en el perdón nuestra condición de hijos de Dios. Dice el adagio: «Errar es humano, perdonar es divino». Sólo como hijos de Dios seremos capaces de perdonar, de asemejarnos a Dios que ama, y que perdona. Con las mejores bendiciones del Señor, la Parroquia de Santa Teresita, que celebra hoy su fiesta Patronal.