Sociedad 20/04/14

DIOS ES VIDA

 

Domingo de Pascua » …todavía no habían comprendido que él debía resucitar de entre los muertos. » (Jn 20, 1-9) La Resurrección de Jesucristo es el punto clave, el núcleo de toda nuestra fe, es el punto de encuentro de Dios con el hombre y del hombre con Dios. En ella desemboca el plan salvífico de Dios, es el punto final, el último toque con el que Dios nos invita y nos hace llegar la salvación. Por supuesto, no hubiera habido resurrección, si no hubiera muerto. Y murió no por la ley de la muerte a la que todos estamos sometidos, menos El, que era Dios, ni tampoco porque los hombres decidieron matarlo, ya que siempre demostró que no podían matarlo sin que El lo quisiera. Murió libremente, por propia voluntad, que se identificó con la Voluntad del Padre.

 

Y así como murió libremente, también resucitó por su propia voluntad y decisión: «Yo doy mi vida cuando quiero, y la vuelvo a tomar cuando quiero». (clarito…) La Resurrección no solo es el triunfo de Jesús-hombre sobre la muerte, sino que nos muestra también la distancia entre los designios de Dios, y la mentalidad mezquina y limitada del ser humano, que no los comprende. («mis caminos no son vuestros caminos», dice por el profeta)- Hablando en términos «modernos», con la Resurrección Dios le puso la tapa a toda especulación y excusa del hombre, cuando este quiere rechazarlo y no lo acepta: si admitimos la Resurrección de Cristo, también tendremos que admitir su divinidad. Es por eso que los no creyentes tratan de evitar esta lógica, negando de plano la Resurrección. hasta el punto de conformarse con un destino efímero, en que todo termina con la muerte, como un animal.

 

Los cristianos creemos en Cristo Resucitado, está vivo, y está entre nosotros, como compañero en el camino hacia la eternidad. «el que cree en mí, tendrá la vida eterna» La misión de Jesús fue darnos vida, y vida en abundancia» Solo los pusilánimes, los que se encierran en sí mismos se privan de vivir de veras. La mentalidad del mundo nos propone una forma de vida sin renuncia ni esfuerzo: cuál será el resultado: la muerte. Dios nos propone la muerte (a nosotros mismos), y el fruto es la Vida, vida plena. A qué le vamos a temer, si con nosotros está el invencible, el que venció a la misma muerte, y que nos invita a resucitar con El cada día, levantándonos del sepulcro del pecado y de la vaciedad. Sí, Cristo vive, y no nos abandonará jamás..

Feliz Pascua de Resurrección les desea la Parroquia de Santa Teresita.