Hoy, cinco días antes de Navidad, se lee el libro de Isaías (7,10-14) en el pasaje donde el Señor revela al profeta Acaz que «la Virgen está encinta y dará a luz un hijo, al que le pondrá por nombre Dios-con-nosotros»; y el evangelio de San Lucas (1,26-38) donde se relata el episodio bíblico de la anunciación del ángel Gabriel a la Virgen María.
Santo Domingo de Silos, abad Nació en Cañas (Logroño), España. Ordenado sacerdote se retiró primero al desierto, después al gran cenobio de San Millán de la Cogolla, donde fue prior. Allí resistió al rey Don García de Navarra, que pretendía apoderarse de los tesoros de la iglesia monacal. Tuvo por ello que huir a Castilla, donde lo recibió don Fernando I, que le encargó la restauración del destruido monasterio de Silos, al que rigió durante 28 años. Al fin de sus días el monasterio de Silos era uno de los centros más célebres del mundo, por su virtud y por el culto de las ciencias y de las artes, del que todavía hoy quedan valiosos testimonios en los códices y en el esplendoroso claustro románico admirado por los artistas de todos los tiempos.
Murió en Silos, el 20 de diciembre de 1073 y fue declarado santo en 1076. San Ceferino, papa Romano de nacimiento, Ceferino fue elegido papa para suceder a San Víctor, el año 202. Tuvo que combatir contra varias herejías. Propició reformas en la Iglesia, entre otras, la prohibición de celebrar misa con cálices de madera; estableció que sólo el Papa puede juzgar a los obispos; implantó la obligatoriedad de la comunión pascual. También determinó que los nuevos sacerdotes fuesen ordenados en presencia del pueblo, para que resaltara mejor a sus ojos la rectitud de vida. Después de quince años de pontificado, murió el año 217.