Nico afronta su 9ª temporada en el Turismo Carretera con el objetivo de meterse en la Copa de Oro, instancia a la que solo pudo clasificar una vez en 2018.
El uruguayense Nicolás Bonelli (37 años) asume el doble rol de piloto-preparador con absoluta naturalidad. Durante la semana reparte las largas horas que pasa en el taller de Concepción del Uruguay entre su Ford de Turismo Carretera y los otros 3 motores que atiende junto a su hermano Próspero. Entre sus clientes tiene nada menos que a Guillermo Ortelli, quien se acaba de sumar recientemente. En el plano deportivo, está 13º en el campeonato en el que considera uno de los mejores arranques de torneo de las últimos años.
“Quiero entrar a la Copa de Oro y sé que tengo potencial para hacerlo. Me ilusiona lo que viene, ojalá pueda cumplir el objetivo”, le dijo Nicolás a SoloTC, dejando en claro su objetivo de entrar al minitorneo, al que únicamente clasificó en 2018 (finalizó en la 8ª posición).
La perspectiva del uruguayense se basa el 16° puesto en La Plata y un 14° en Buenos Aires. “Fue mi mejor arranque de los últimos años, en circuitos donde nunca tuve una buena puesta a punto. Por eso le doy importancia a los resultados, porque sabía que eran 2 circuitos donde me iba a costar”, explicó que afronta su 9ª temporada en el TC.
Además, Bonelli tiene la expectativa de pegar un salto de calidad en las próximas fechas. “San Nicolás y Concepción son 2 circuitos donde suelo funcionar mejor, estoy muy confiado. Estamos trabajando mucho en el chasis y en el verano pegamos un salto de calidad con el motor”, dijo Nico, que está a 39 puntos de Agustín Canapino (Chevrolet), el líder del torneo, y bien posicionado para ir buscando su lugar en el “grupo de los 12” que ingresan inicialmente a la Copa de Oro cumplida la 10ª fecha.
Nicolás debutó en el TC en febrero del 2013 en Mar de Ajó. Participó en 120 carreras con Ford, suma 1 podio 1 y 1 pole position.
Además del motor Ford de Nicolás, los hermanos Bonelli preparan el multiválvulas de otros 3 pilotos. El último cliente que sumó sus servicios es nada más ni nada menos que Ortelli, con toda la responsabilidad que implica el peso de su apellido y la racha adversa que viene teniendo en la “máxima”.
“Sabemos que viene de 3 años muy malos y que necesita funcionar bien. Obviamente que estuvimos hablando con él, y nos planteó que su flojo rendimiento no solo es cuestión del motor sino que también hay que acomodar cosas en el chasis. Lo noté muy tranquilo en ese sentido”, le contó el menor de los hermanos entrerrianos a SoloTC.
Además del séptuple campeón de TC, los Bonelli tienen a su cargo la atención de los motores del Ford de Alan Ruggiero y el Chevrolet de Sebastián Salse en el TC Pista. “Acá los motores se arman de la misma manera para todos, sea Ortelli o Ruggiero“, cerró Nicolás, que afronta 2 grandes desafíos este año en su rol de piloto-preparador.