El ex ministro de Economía se presentó repentinamente en la Justicia y brindó pormenores del procedimiento para otorgar los desembolsos a la empresa radicada en nuestra ciudad. Salpicó a varios ex funcionarios en una causa del plano local con repercusión nacional. El ex ministro de Economía, Diego Valiero, se presentó en la Justicia sin citación alguna y declaró en el marco de la causa por las cosechadores “truchas” Senor, que se ubicaron en nuestra ciudad, complicando a otros ex funcionarios tales como Schunk y Urribarri.
Denunciados
El contador había sido denunciado por el promotor de la investigación, Guillermo Mulet, quien en una ampliación de denuncia apuntó a Valiero; al fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes; y a miembros del Directorio del Instituto Autárquico Provincial del Seguro de Entre Ríos (IAPS). El caso ya tenía bajo la lupa al ministro de la Producción, Roberto Schunk, quien había otorgado un crédito por 574.000 pesos, en 2011 hubo un segundo desembolso por 4 millones y en 2012 otro por 1 millón, a través del Fondo de Inversiones de Entre Ríos (Finver).
Esa suma de dinero fue destinada al Grupo Senor, a través de la empresa BSV, antecesora de Grandes Máquinas Concepción del Uruguay SA para la construcción de cosechadoras. La firma beneficiada quebró en el medio del proceso de otorgamiento de los desembolsos, lo que agravó la situación. Las máquinas no se construyeron y la planta terminó siendo un galpón vacío, pero la plata jamás apareció.
Partícipe necesario
Para Mulet, Valiero habría actuado “consistiendo, apoyando y actuando sin probidad, realizando con su conducta un aporte necesario sin el cual los integrantes de Grandes Máquinas de Concepción del Uruguay SA, Ricardo Vicente y Ricardo Javier Senor, Sergio Eduardo Scravaglieri y Carlos Ariel Bol, no habrían podido concretar su maniobra delictiva”, la que consistió en solicitar al Poder Ejecutivo la asistencia financiera para la instalación de la empresa. Para el abogado del foro local, la conducta imputada a los funcionarios “resultaría ser la de partícipe necesario, cuyo aporte fue esencial a los fines del hecho delictivo”.