El arte de desafiar el vacío

El arte de desafiar el vacío En abril, la compañía canadiense presentará en Buenos Aires Kooza, el espectáculo que se vio en 2007 en Montreal y dio la vuelta al mundo. El virtuosismo de sus integrantes despierta la más absoluta admiración. El arte de desafiar el vacío

En conferencia de prensa, varios de los integrantes del staff del famoso Cirque du Soleil, que ya estuvo en nuestro país en varias ocasiones y con gran éxito, anunciaron el nuevo espectáculo con que llegarán a estas tierras en abril del año próximo: Kooza. Como es de imaginar, dada la demanda que siempre logran, desde el 13 de noviembre se han puesto a la venta las entradas para las funciones que comenzarán el 21 de abril, dentro de la clásica e inmensa carpa en la que actúa esta compañía canadiense, en numerosas ciudades del mundo. Estará ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, en un lugar a definir.

Se trata de un nuevo encuentro entre los porteños y esta maquinaria del entretenimiento, que comenzó con veinte artistas callejeros en 1984, y hoy es una empresa de 4 mil empleados, incluidos 1.300 artistas que actúan repartidos por el planeta. La firma se mantiene bajo la guía del fundador y codirector de la compañía –junto a Gilles Ste-Croix–, Guy Laliberté, uno de los hombres más ricos del mundo, gracias a este emprendimiento y a su éxito como jugador de póquer.
Kooza –título que deriva de una palabra en sánscrito, que significa ‘caja’– es un show escrito y dirigido por David Shiner, que hizo su première en 2007 en Montreal. Desde entonces pasó por los principales puntos de Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Rusia, España, Francia, Alemania, Austria… A comienzos del año próximo desembarcará unos días en Montevideo y de allí vendrá para Capital Federal.

Lo que se verá será un despliegue protagonizado, sobre todo, por acrobacias, apoyadas en una fusión de músicas con inspiración en la India y en el pop, compuesta por Jean-François Côté. Torres humanas, palo chino, contorsiones, trapecios en altura y a velocidad, uniciclos, volatineros que hacen equilibrio sobre un alambre, incluyendo bicicletas sobre esa delgada e inestable superficie; la rueda de la muerte; aros de hula hula; plancha o balanza coreana… todo para el asombro. La exigencia física va intercalada con el humor de los payasos, que aparecen guiados por un protagonista, llamado Inocente.
Así pues, Kooza se presenta como un regreso –dentro de la diversidad de producciones del Cirque du Soleil– a la esencia del circo: acrobacias y payasos. Esto se refleja no sólo en los números que integran la propuesta sino también en el vestuario, que combina juguetonamente colores asociados al universo clown: blanco, rojo y dorado.

La estética elegida contrasta con otros shows de la compañía, que buscan provocar sentimientos más dramáticos o ahondan en zonas oscuras del ser humano. En Buenos Aires ya se vieron seis de ellos. El año pasado, Corteo, con espíritu lírico y de ensueño, bajo el ambiente de un cortejo fúnebre; en 2012, Varekai, basada en el trágico mito de Icaro. Frente a esto, Kooza se anuncia como toda una fiesta. Y otra fiesta será en 2017, con una nueva creación del Cirque du Soleil, que será sobre y a partir de las canciones de Soda Stereo. Zeta Bosio y Charly Alberti están involucrados, siempre con el recuerdo vivo de Gustavo Cerati.

 

En homenaje a Soda Stereo

Un anticipo del espectáculo que la compañía Cirque du Soleil hará en 2017 con la música de Soda Stereo se dará en una muy exclusiva presentación.  La fiesta, titulada Soda-Cirque, será el 26 de noviembre a las 19, en un local de la calle Balcarce, donde estarán Zeta Bosio, Charly Alberti y los hijos de Gustavo Cerati, además de representantes del sello Sony, de Pop Art Music y la Ciudad de Buenos Aires. Si bien no trascendieron los detalles de lo que será sin duda una fiesta para todos los fans de Soda Stereo, aseguran que el espectáculo será uno de los más grandes y de mayor inversión de los que arma la compañía.