Los jóvenes, la política y la militancia

p8 27-4-14La militancia en los jóvenes se ha convertido en un pilar fundamental dentro de la política partidaria y que representa el espacio en donde muchos ideales son puestos en la práctica para poder cambiar las cosas.

En Concepción del Uruguay existe una juventud muy activa en distintos partidos y agrupaciones con diferentes colores políticos. La Prensa Federal dialogó con 4 jóvenes referentes de espacios políticos quienes brindaron sus puntos de vista respecto al contexto nacional y político, la importancia de la militancia y el rol de la juventud dentro de la sociedad. En este caso, los entrevistados son: Emilia Giménez, de la Juventud Radical, de 19 años y estudiante; Damián Castro, de la Juventud Peronista Evita, de 20 años y estudiante de Abogacía; Paulo González de la Juventud Socialista, de 24 años y secretario de bloque del PS en el Concejo Deliberante y Noelia Becker de la Juventud Guevarista, de 27 años, trabajadora y estudiante del profesorado en Historia.

– En tu criterio ¿Por qué es importante la militancia en los jóvenes?
Giménez: La política es una herramienta que permite a los jóvenes expresar los ideales, sus preocupaciones y sus aspiraciones; despertar la rebeldía que se lleva dentro porque es un espacio donde podemos ser escuchados y a la vez aprender de las vivencias que sólo el caminar la calle te da. Considero que la política partidaria es sumamente importante ya que la generación que va a vivir, va a representar y conducir este país somos los jóvenes, y la posteridad que venga tendrá la misma labor que tenemos nosotros, aprender de los errores, tomar los aciertos y mejorar lo que se debe mejorar. Los jóvenes vemos desde otro aspecto la realidad, tenemos otras prioridades, como también esta juventud no es la misma que la que hubo en años anteriores. También hay que reconocer que no todos los jóvenes están interesados en participar en política, y no por eso hay que señalarlo ni mirarlo mal. Todos tenemos aspiraciones a distintas metas en la vida, y considero que los que estamos en la militancia tenemos el anhelo de lograr un cambio desde nuestro lugar y liderar el día de mañana. Castro: Principalmente porque creo que la juventud tiene una gran voluntad y una gran vocación de transformación.

 

No creo que seamos el futuro, ni los portadores naturales de los cambios, pero sí creo que nos animamos a equivocarnos, no tenemos nada que perder y no traemos aparejadas viejas prácticas que puedan obstaculizar nuevas políticas de solidaridad e igualdad. Militar es hacerse cargo de la realidad y a la vez querer corregir lo que está mal e inventar lo que falta para que las cosas marchen como deben. La juventud hoy no se manifiesta sólo por medio de la política, celebro esas iglesias cristianas comprometidas con los más pobres, ONGs que cuidan el medioambiente, que se preocupan por romper las barreras culturales que nos hacen parecer diferentes. Por lo que si tenemos una juventud comprometida, tenemos garantía de que las cosas van a cambiar.

 

González: – Seria repetitivo y predecible decir que es importante que las y los jóvenes militemos porque somos el futuro, pero esto da pie para deducir que si estamos constantemente diciendo que las y los jóvenes somos el futuro, entonces necesitamos jóvenes militando en política, que es algo que justamente no pasa. Cuando me refiero a que necesitamos que jóvenes estén militando en política lo digo en serio, no que haya jóvenes que solo estén en partidos políticos para ser los «che pibes» y sólo crean que sirven para colgar carteles cuando lleguen las elecciones. Sino también que estén militando para cambiar y modificar la realidad hoy y de esta forma poder transformar y tener un futuro mejor. De lo contrario no tiene sentido militar. Beker: Es importante participar en política porque después como sociedad, como masa pensante, vamos a definir el rumbo, el futuro y el progreso de nuestro país. Además porque los jóvenes con su simple rebeldía es la que refresca la organización política con ideas, proyectos y fuerza.

 

En el actual contexto nacional ¿Cuáles crees que son los principales problemas a solucionar con más urgencia?
Giménez: Los principales problemas a desarrollar no sólo en el contexto actual, sino que esto vienen hace bastante tiempo, es el problema que se desarrolla en cuanto a los dos pilares básicos de la sociedad: la educación y el trabajo. A raíz de estos dos temas provienen los demás que hay que solucionar. El escritor Marcos Aguinis que dice que vivimos en la Argentina del facilismo y las políticas que se han aplicado en los últimos años han logrado que nuestra democracia se vea más debilitada. La educación es fundamental en una sociedad para que todo se involucre. ¿Cómo queremos que no haya inseguridad si en la escuela estos temas no se tratan? El chico hoy en día no siente el placer de estudiar, sólo quiere aprobar de año y dedicarse a las vacaciones. Esto trae aparejado temas como el aborto, la despenalización de estupefacientes, la inseguridad, la violencia de género. La escuela es contenedora y no para el aprendizaje. A su vez, es primordial que se tengan estudios primarios, secundarios, terciarios o universitarios para que puedan acceder a un trabajo.

 

¿Cómo se va a bajar la tasa de delincuencia si cada vez más es complicado conseguir un trabajo? Castro: La deuda siempre es con el que está más atrás, con el que todavía no conquisto los derechos más mínimos. Este proyecto nacional llego a través de la Asignación Universal por hijo a los más pobres y eso posibilitó que muchos gurises tengan acceso a la salud, a la educación y a una vida más digna, así con tantas otras políticas que nos sacaron del infierno, de esa noche neoliberal que duro casi 25 años. La dignificación de nuestra gente se logra con trabajo, con trabajo digno, en blanco, con derechos, con sindicato. Esa es la gran batalla que tenemos que dar en adelante, lograr que el que este en negro pase a estar en blanco, el que no tenga trabajo pueda acceder a uno y el que ni siquiera tenga un salario porque se inventó el trabajo pueda ser reconocido como un trabajador, porque el cartonero también es un trabajador, el cooperativista es un trabajador, el vendedor ambulante es un trabajador. Algo que no tenemos que permitir es que a esa agenda de los problemas de la gente la manejen los medios, por el contrario los problemas más serios la gente los sabe muy bien porque los vive todos los días. González: En primer lugar, creo que es fundamental que se le devuelva el respeto a las instituciones.

 

Este gobierno, desde Menem hasta acá, ha destrozado las instituciones, haciendo que pierdan credibilidad. Con esto digo que ya no se respeta al Poder Legislativo, Poder Judicial, INDEC, ONGs etc. Cómo podemos pretender que las instituciones sean respetadas si hasta al propia envestidura presidencial, cuando puede, denigra a los y las docentes siendo que en cualquier país y gobierno progresista del mundo, en vez de matarlos para buscar soluciones, los ayuda porque saben que la base del crecimiento está en la educación. Seguido de esto, podemos comenzar a discutir los tremendos casos de corrupción, problemas inflacionarios, la precarización laboral, la falta de obras en materia de energía, desempleo joven, deserción escolar. Y que se deje de despilfarrar el dinero de los argentinos en obras faraónicas y planes sin sentido que, en vez de favorecer a los que menos tienen, lo único que ocasionan es agrandar la brecha entre los pobres y ricos. Beker: El problema más urgente a solucionar es la inflación que afecta al bolsillo de los trabajadores y personas más desposeídas, también el narcotráfico es un problema serio que amparado con el poder político hace estragos en los barrios. No podemos olvidar en solucionar los salarios y precarización laboral, el sistema de salud y una educación verdaderamente inclusiva.

 

¿Cuáles te parecen que son las deudas que tiene el Estado para con los jóvenes?
Giménez: En cuanto a las deudas que tiene el Estado con los jóvenes es respecto a mi respuesta en cuanto a la Educación y el Trabajo. Nuevamente recaemos en que es un problema del cual nacen otros. Se han creado diversas políticas que contribuyen a éstos dos pilares, pero en la práctica nos damos cuenta que no sirven tanto como parecen. Un claro ejemplo está en las asignaciones de las cuales me parecen excelentes, pero en la realidad vemos que los chicos no sienten ese «entusiasmo» que deberían sentir a la hora de estudiar o trabajar. También se nota a la legua que es más atractivo el salir de noche, ir de fiestas que interesarse por qué vendrá mañana y como progresar en la vida. En esto y tantas otras se puede ver la ausencia del Estado para con los jóvenes. Castro: La principal deuda es garantizar la igualdad de oportunidades, y creo que está bien planteada la pregunta porque se suele confundir al gobierno con el Estado, entonces cuando pasa algo nadie se hace cargo y le echa la culpa al gobierno municipal, provincial o nacional, sea del partido que fuere.

 

Creo que es hora de hacernos cargo como sociedad, de no mirar para otro lado cuando a un guri lo levanta la policía y lo tortura en una cárcel porque tiene gorrita o cuando vemos que el Estado no funciona y deja afuera a un pibe de tal programa y no hacemos nada o cuando oímos discursos en los que se nombra hasta el cansancio a la juventud pero luego no los tratamos como iguales, políticamente hablando. Cuando hablo de igualdad de oportunidades, lo hago en el sentido amplio, no sólo para los que menos tienen económicamente sino también a aquellos que son discriminados en tal trabajo o muchos jóvenes que se expresan a través de la música o el arte en general y no pueden vivir de eso porque ese mercado está reducido a las grandes estrellas. Me parece que hay que entender que el Estado somos todos, que la sociedad tiene deudas grandes con esta generación que es hija del neoliberalismo, del 2001, del hambre y la miseria, y que se despierta para cambiar las cosas. González: Hay que ser sincero con esto. Si bien el gobierno ha lanzados algunos planes, como por ejemplo el Progresar, todavía no alcanza.

 

La juventud debería ser prioridad del Estado y que se esté pensando en ellos durante todo el año y no sólo cuando ven que las papas queman. Digo esto porque Argentina tiene un millón de jóvenes que no estudian ni trabajan y esto no surge de un día para otro. El gobierno K ya lleva casi 12 años en la Casa Rosada y no puede ser que 12 años más tarde se acuerde que hay que prestar atención a los y las jóvenes de nuestro país. Entre otras cosas, El estado debería darle a toda la juventud herramientas para que tengan oportunidades laborales, sin quitarle prioridad a lo educativo. Los jóvenes deben muchas veces irse de sus provincias y ciudades natales por no encontrar trabajo o educación y estos son pilares fundamentales para el desarrollo de cualquier país. Beker: La deuda es no poder incluirlos a todos los jóvenes en un trabajo digno, no darles una real fuente de trabajo al iniciarse. Hoy no se puede garantizar el estudio igualitario para todos porque es mentira que todos tenemos las mismas oportunidades. El gurí de barrio tiene poco futuro en un empleo digno, porque que desde temprana edad deja los estudios y tiene que trabajar. O peor aún: está inmerso en la drogas producto de su condición de excluido social por la sociedad racista y no inclusiva que tenemos.