El Intendente Oscar Francou, estuvo reunido con los vecinos a partir de esta problemática y se encuentran buscando una solución. Vecinos de la ciudad de Caseros continúan denunciando casos de matanza de perros en la localidad y piden que las autoridades actúen al respecto.
Desde la organización Sumando Huellas, grupo que se dedica a proteger y rescatar mascotas de la calle, informaron a través de su Facebook que en los últimos días se encontraron perros muertos con heridas de bala de fuego. «Ahora no sólo están envenenando sino que también están apareciendo animales muertos por armas de fuego», aseguró una vecina de Caseros. Por su parte, el intendente de dicha localidad, Oscar Francou, afirmó que en el mes pasado el Municipio ya estuvo reunido con los vecinos a partir de esta problemática.
«La Policía fue a las casas de todos esos lugares donde murieron perros y hablaron con los vecinos y también intervino el Juzgado de Faltas», expresó el intendente de Caseros, quien remarcó que hasta el momento no se ha podido constatar quiénes fueron los implicados en la matanza de los perros. «Este problema sucede en todos lados, incluso en las grandes ciudades pero como esta es una localidad más chica en seguida nos damos cuenta», aseveró. En ese sentido, Francou remarcó que los principales responsables son los dueños de los perros. «Si a un perro lo envenena, el primer responsable es el dueño porque seguro que ese perro anduvo en la calle, molestando a los vecinos y ensuciando los patios de las casas.
La idea es seguir trabajando con el Juzgado de Faltas y cuando surja algo los dueños deberán hacerse responsables de cuidarlos», consideró. Cabe recordar que existe la Ley Nacional N° 14.346 de Protección de los Animales la cual establece penas para las personas que maltraten o hagan víctima de actos de crueldad a los animales. La misma establece en su artículo 1: «Será reprimido con prisión de quince días a un año, el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales». Además, en su artículo 3 la normativa detalla lo que considera como actos de crueldad y expresa «Lastimar y arrollar animales intencionalmente, causarles torturas o sufrimientos innecesarios o matarlos por sólo espíritu de perversidad».